UN BUEN MATRIMONIO

UN BUEN MATRIMONIO

Cada día hay más problemas en la relación matrimonial y mayores situaciones de violencia y dolor. Para evitarlos es importante saber que necesitamos sabiduría para vivir juntos.

Aprender a compartir el espacio en la casa, el uso del tiempo y de las cosas comunes del diario vivir para evitar discusiones vanas. Humildad para reconocer errores y para pedir perdón. Pero también para perdonar sin volver a recordar lo perdonado y sin volver a repetir los errores que ofendieron al otro. Madurez para aceptar la familia del otro como son y para que cada uno les ponga límites a sus familiares, de tal manera que no se inmiscuyan en su matrimonio, a menos que lo soliciten. Fortaleza para enfrentar los problemas, confrontándolos con firmeza y con la dirección de Dios.

Paciencia para saber esperar. Todo tiene su tiempo. Un matrimonio sólido se construye día a día, venciendo juntos las distintas dificultades que se presentan.

No traten de cambiar al otro, permitan que el Espíritu Santo los vaya moldeado. Compromiso para seguir sirviendo utilizando dones y talentos.

Cada uno debe cooperar para que el otro pueda realizarse por medio de un amor responsable en el que el uno busque el beneficio del otro.

Debemos seguir juntos con gozo a pesar de las eventualidades dolorosas de la vida

La relación matrimonial se construye día por día y requiere amor y paciencia.

La palabra de Dios nos recuerda en Colosenses 3:14 "Revístanse de amor, que es el lazo de la perfecta unión"

Rogelio Nonini (Tomado de Alimento para el Alma)