UN ESCOLTA ESPECIAL
Hace un tiempo mientras Agueda se desplazaba por el este de República Dominicana por una de las principales autopistas notó en el carril derecho un vehículo que iba a muy baja velocidad. Llevaba las luces intermitentes encendidas y pensó por un instante que tenía una falla mecánica.Al rebasarle se di cuenta que el auto iba escoltando a un ciclista y pensó que el chofer estaba muy identificado con la pasión del atleta para ir a esa velocidad.Agueda concluyó que era su entrenador o algún familiar, porque el camino a recorrer era largo.El vehículo iba detrás del ciclista, guardándolo de cualquier cambio físico o mecánico. Así mismo nos guarda el ángel de Dios y solo nuestro Señor sabe de cuántas cosas nos habrá librado. Esto no quiere decir que estamos exento de circunstancias dificiles, pero Dios está en control y pendiente.No solo su ángel nos rodea, sino que el bien y la misericordia también nos escolta.Dice la Palabra de Dios en el Salmo 34:7
“El ángel del Señor protege y salva a los que honran al Señor”.¡Gracias Señor por tu fidelidad y amor incondicional!
Inpirado en Agueda Suárez (El Aposento Alto)