UNA HORA DE TU TIEMPO
Cuenta una interesante historia que un niño añoraba que su padre le dedicara más tiempo y se presentó cierto día el siguiente dialogo:-Papá ¿Cuánto ganas por hora?El padre dirigió un gesto muy severo al niño y repuso:-No me molestes, que estoy cansado.-Pero ... papá –insistía el niño- dime, por favor, ¿Cuánto ganas por hora?La reacción del padre fue menos severa. Solo contestó:Ocho pesos por hora.-Papá ¿Me podrías prestar cuatro pesos?El padre montó en cólera y le dijo:-Vete a dormir y no me molestes.Había caído la noche.El padre había meditado lo sucedido y se sentía culpable y, queriendo descargar su conciencia dolida, se asomó al cuarto de su hijo. En voz baja preguntó al pequeño:- ¿ Duermes hijo mío ?- Dime Papá.... (Contestó entre sueños).- Aquí tienes el dinero que me pediste (respondió el Padre).El pequeño le dio las gracias y metiendo su manito bajo la almohada sacó unos billetes.-Ahora ya completé el dinero.... tengo ocho pesos. ¿ Me podrías vender una hora de tu tiempo?Queridos padres:Dediquemos más tiempo para nuestros hijos. Ellos necesitan que los escuchemos y los amemos. Será fundamental para su desarrollo y ser una persona valiosa para la sociedad.Recordemos que el buen ciudadano comienza en casa.Bendiciones para todos.