27 Mayo 2018 04:01 PM

UNA TORMENTA REPENTINA

UNA TORMENTA REPENTINA

Mi compañero y yo disfrutábamos de muy buenos resultados pescando en el Lago Livingston, Texas. El clima estuvo perfecto hasta que se desató rápidamente una tormenta fuerte.

Estábamos cerca del inicio del río Kickapoo, de modo que apresuradamente guardamos los equipos y luego dirigimos nuestro bote a toda velocidad en medio de la lluvia hasta hallar un lugar donde permanecer a salvo.

Justo a tiempo vimos un muelle vacío y cubierto detrás de una pequeña bahía junto a la salida del canal del río. El muelle se convirtió en nuestro refugio mientras la tormenta azotaba.

La lluvia llegó tan rápido y con tanta fuerza que podíamos ver un raudal de espuma correr por el canal principal, más de 50 centímetros por encima del nivel del agua. El poder del torrente seguramente hubiese inundado nuestro bote. Luego supimos que un tornado había impactado una zona cercana.

Al reflexionar sobre lo ocurrido aquel día, recuerdo los momentos en que se desataron tormentas en mi vida, muchas veces sin aviso alguno. Estas tormentas pueden asustarnos por sus dificultades y echar por tierra nuestros sueños.

Pero tal como el muelle nos brindó refugio durante la tormenta, nosotros podemos hallar refugio en los brazos de Dios. ¡Qué gran consuelo saber que Dios escucha nuestras oraciones y obra siempre en todas las circunstancias de nuestras vidas!

Dice la Palabra de Dios en el Salmo 46:1-3 ... Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza;  siempre está dispuesto a ayudar en tiempos de dificultad. Por lo tanto, no temeremos cuando vengan terremotos y las montañas se derrumben en el mar. ¡Que rujan los océanos y hagan espuma!  ¡Que tiemblen las montañas mientras suben las aguas!

 Inspirado en  Bob Peterson (Tomado del Aposento Alto)