A VECES TRATAMOS A LOS EXTRAÑOS

A VECES TRATAMOS A LOS EXTRAÑOS

Ayer choqué con un extraño cuando caminaba.

- Disculpe, le dije.

Él me dijo: - No, disculpe Usted. Ambos fuimos muy amables.

Continuamos nuestro camino.

Pero al llegar a casa, otra historia se desarrolló.

Mientras yo cocinaba, mi hija se paró a un lado y casi la tumbo.

¡Quítate de aquí, porque me estorbas! -le grité-.

Ella se fue con su corazoncito destrozado. Por la noche, cuando me acosté, la voz de la conciencia me decía:

Cuando hablaste con un extraño, fuiste cortés, pero con tu hija, te portaste grosero.

Mira en el piso de la cocina, y encontrarás unas flores cerca de la puerta; tu hija las escogió especialmente para ti. Se acercó despacito para no arruinar la sorpresa, pero tú ni te diste cuenta.

Lentamente fui al cuarto de mi hija, y me arrodillé al borde de su cama; y le dije

"Hija, discúlpame por la forma en que te traté en la tarde, no debí gritarte de esa forma".

Ella me contestó: -"Papa, no te preocupes, te quiero”.

Tengamos en cuenta, cómo tratamos a nuestros seres queridos, sin importar sus edades.

Alguien siempre pensará en ti como un ejemplo a seguir. No lo defraudes".

Bendiciones para todos.