Dueño de joyería asaltada dice que robo fue peor de lo estimado: "Cerca de $200 millones en joyas"
Un robo cometido en cuestión de segundos alteró la rutina del centro comercial Colors 61, ubicado sobre la carrera 13 con calle 60, en la localidad de Chapinero, en Bogotá. Cinco hombres armados ingresaron a una joyería y se llevaron una cantidad aún no determinada de objetos de lujo, tras romper una vitrina e intimidar al trabajador que se encontraba en el lugar.
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De acuerdo con el reporte entregado por la Policía Metropolitana de Bogotá, los delincuentes actuaron de manera coordinada. Una vez dentro del establecimiento, usaron un objeto contundente para destruir una de las vitrinas y acceder a las joyas que estaban en exhibición. Durante el asalto, el empleado fue reducido bajo amenaza con arma de fuego.
En medio de la huida, los responsables hicieron varios disparos. Uno de estos alcanzó a una persona que se encontraba en el centro comercial, quien resultó herida en una pierna y tuvo que ser trasladada a un centro médico. Según informaron las autoridades, su lesión no compromete su vida y se encuentra en recuperación.
El teniente coronel Ricardo Chávez, de la Policía Metropolitana de Bogotá, explicó que en el establecimiento fueron sustraídos varios paños con joyas y que la pérdida inicial fue estimada en aproximadamente 30 millones de pesos, cifra que corresponde a una valoración preliminar basada en el material encontrado tras la inspección del lugar.
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Tras el hecho, unidades del CAI cercano acordonaron la zona mientras se realizaban las labores de verificación y recopilación de elementos probatorios. Agentes judiciales analizaron cámaras de seguridad del establecimiento y del centro comercial para tratar de identificar a los responsables y establecer la ruta de escape.
La comunidad comercial del sector manifestó preocupación por lo ocurrido, especialmente porque el ataque se produjo en horas en las que aún transitaban personas por el centro comercial. El flujo de visitantes fue restringido durante varios minutos mientras la Policía realizaba las diligencias iniciales.
Dueño de la joyería da detalles del asalto
En diálogo con Alerta Bogotá, Alexander Quintero, propietario del local asaltado, llegó al establecimiento luego de recibir una llamada de su empleado, quien le informó que había ocurrido una situación grave. Según relató, regresó de inmediato al lugar y se encontró con el escenario posterior al robo: “Yo iba en camino a hacer unas diligencias hacia el centro cuando recibí una llamada de la persona que trabaja conmigo diciéndome que necesitaba mucha ayuda, que se habían entrado, que algo había pasado”, dijo el comerciante.
Al llegar, aseguró que se encontró con signos evidentes de un enfrentamiento armado y con la vitrina destruida: “Cuando llego encuentro el escenario de que habían hecho intercambio de disparos, se me han llevado todo lo que tenía en surtido de proveedores que nos habían dado mercancía para trabajar en esta temporada”.
Quintero afirmó que la pérdida es muy superior a la reportada inicialmente, debido al valor real del inventario. “Teníamos aproximadamente cerca de 200 millones de pesos en joyas en oro”, señaló, agregando que la mercancía incluía piezas en oro, plata, esmeraldas y diamantes.
El comerciante explicó que varias de esas joyas eran entregadas por proveedores bajo acuerdo de consignación, lo que le genera ahora una deuda adicional: “Habían puesto la confianza en nosotros los proveedores, nos habían surtido con la mercancía que nos habían dado, más lo que nosotros teníamos”, explicó.
Sobre posibles responsables, indicó que días antes había percibido movimientos sospechosos y habla de una sospecha. “Hace más o menos ocho o diez días una persona vino a hacernos un escándalo, vino a tomar fotos. En las cámaras de seguridad pude ver como alguien estaba haciéndole seguimiento a la joyería”, dijo. “Yo tengo video de ella, tengo datos de ella, sí sabemos más o menos de dónde puede haber hecho todo”.
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En cuanto a la respuesta de las autoridades, manifestó que hasta el momento únicamente le han solicitado datos personales y que no se han reportado capturas. “Me han pedido únicamente mis datos y que están investigando, pero nada más”, contó.
El comerciante reconoció que el temor ahora es reabrir el establecimiento: “Cuatro personas apuntándole para robarse todo lo que veníamos trabajando. No sabemos si volver a abrir ese local”, dijo, señalando que el impacto emocional ha sido tan fuerte como la pérdida económica.