Capturan a asesino de dos jóvenes 30 años después gracias a sitio web de genealogía
Una joven pareja de novios canadienses, fueron brutalmente asesinados en noviembre de 1987 en Seattle, Estados Unidos, siendo uno de los casos más misteriosos, pues por mucho tiempo no se supo quién había cometido el vil crimen.
Tanya Van Cuylenborg, de 18 años, y su novio Jay Cook, de 20 años, tomaron prestada la camioneta Ford de color bronce del padre del joven para hacer algunas diligencias en la ciudad norteamericana. Tomaron el ferry desde Victoria a Port Angeles, Washington, y condujeron hacia el sureste por la ruta 101 a Bremerton, donde abordaron otro ferry a Seattle.
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Pasó un día y la familia de Tanya y Jay comenzaron a preocuparse al no tener noticias de ellos. Junto con la policía iniciaron una gran búsqueda, incluso, contrataron un avión para sobrevolar todos los lugares por donde ellos posiblemente habían pasado, con la esperanza de encontrar la camioneta.
Tras una semana de investigación, las autoridades encontraron el cuerpo de la chica tirado en una zanja del condado rural de Skagit, al norte de Seattle. Estaba desnuda de la cintura para abajo y le habían disparado en la parte posterior de la cabeza. Además, había sido atada con tiras de plástico y violada.
Después del hallazgo de Van Cuylenborg, los investigadores sugirieron que su novio, Jay, quizá había cometido el crimen, ya que seguían pasando los días y no se tenían noticias de él.
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Al tiempo localizaron el vehículo, y dentro de él estaban los pantalones de la mujer. Tras analizarlos, los forenses encontraron rastros de semen en él. Al día siguiente, unos cazadores de la zona descubrieron el cuerpo de Cook en un terreno a unos 96 kilómetros de donde habían encontrado a Tanya.
El joven había sido golpeado hasta la muerte con una roca y estrangulado con una cuerda. Por supuesto, Jay dejó de ser el principal sospechoso para convertirse en otra víctima.
Los detectives del caso pensaron que alguien con un pasado violento habría cometido el brutal asesinato, y con el ADN en la ropa de Tanya, se asumió que el asesino se encontraría en la base de datos criminal, pero no fue así.
En el registro de datos de huellas y de información genética no había coincidencia con las pruebas recolectadas, y así fue por más de 30 años, hasta que un grupo de investigadores en 2018 decidieron probar suerte con una nueva forma de indagación de casos no resueltos: usando ADN de las escenas de crimen en sitios web dedicados a la búsqueda de antepasados.
Desde hace un tiempo los departamentos de policía y el FBI han estado utilizando la tecnología que ayuda construir árboles genealógicos online, suministrando la información que arroja los kits de saliva que pueden ser adquiridos por cualquier persona.
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La muestra de ADN encontrada en la ropa de Van Cuylenborg fue cargada a la página GEDmatch.com y para sorpresa de los agentes, ese ADN estaba vinculado a dos personas. Estas resultaron ser unos primos segundos del asesino.
Con dicha información la policía inició su exhaustiva investigación y lograron dar con el paradero del autor de los asesinatos. Se trataba de un hombre identificado como William Talbott ll, quien en 1987 tenía 24 años de edad. Los uniformados encargados del caso preguntaron a algunos conocidos de Talbott ll sobre su conducta, pero no había nada que sugiriera que era un violador y asesino, así que para saber realmente si era o no el hombre que estaban buscando, debieron conseguir su ADN.
Lo siguieron por varios días hasta que por fin lograron conseguir un vaso desechable en el que William había bebido café, y confirmaron que si era el criminal.
William Talbott ll fue capturado y puesto tras las rejas de inmediato. En junio de este año, el hombre que ahora tiene 56 años de edad fue declarado culpable de dos de asesinato en primer grado y sentenciado a dos cadenas perpetuas sin posibilidad de optar por la libertad condicional.
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Y aunque el acusado insiste en su inocencia, las pesquisas revelaron que Jay y Tanya se encontraron con Talbott ll en el camino y le ofrecieron llevarlo hasta su destino.