Pelado desarmó a vigilante en Usaquén y se mató pegándose un tiro en la cabeza

Un jovencito de escasos 24 años de edad, tras quitarle el revolver de dotación al vigilante de su conjunto residencial en el norte de Bogotá, en las horas de la mañana de este martes 21 de mayo, se pegó un tiro en la cabeza para morir de manera instantánea frente a la mirada de quienes se encontraban en el sitio. 

Testigos del hecho le contaron a los agentes de la Policía Metropolitana de Bogotá (Mebog), quienes arribaron a apersonarse del caso, que el joven, al parecer en pantaloneta, salió apresurado de un complejo habitacional del barrio Santa Ana, en la localidad de Usaquén, para apoderarse por sorpresa del arma de fuego del guarda de seguridad. 

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El muchacho supuestamente abandonó el predio y se ubicó en la Calle 106 con la Carrera Octava para apretar el gatillo del fierro, proyectil que le rozó la cabeza y fue a dar contra una edificación de al frente y, nervioso, volvió a accionar el arma de fuego que esta vez sí le acabó la existencia de manera instantánea al ingresar por el cráneo. 

Unidades de criminalística arribaron al sitio en el laboratorio móvil para adelantar las labores de inspección y traslado del cadáver al instituto de Medicina Legal, mientras parientes y allegados no podían creer lo que acaban de ver.