Raúl Ocampo, actor samario de 34 años y actual participante del reality MasterChef Celebrity, del Canal RCN, ha cautivado al público por su autenticidad y sensibilidad.

Más allá de su talento, su historia de amor con la actriz y exreina Alejandra Villafañe, que falleció hace dos años tras luchar contra el cáncer, ha tocado profundamente a quienes lo siguen.

Durante su participación en el pódcast El Topo, el actor habló sin reservas sobre el proceso de duelo, el amor y la muerte. “En un momento después de Ale di una serie de entrevistas, unas pocas, y después decidí no entregar más entrevistas como por un momento de volver hacia mí, ¿me entienden? Como de volver, tal vez, a ese silencio cuando uno es una figura pública”, contó.

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Ocampo explicó que necesitaba tiempo para procesar y sanar antes de hablar de nuevo: “Quería regalarme un luto, un duelo hacia mí, una despedida, y después de esa despedida llegó este momento en donde dije: ‘Si yo vuelvo a hablar, quiero hacerlo con más perspectiva, después de que pase un tiempo para poder hablar algo más madurado’”.

La pérdida, el viaje y el libro

El actor recordó los primeros días tras la muerte de Villafañe. “Cuando pasó lo de Ale, yo lo primero que hice fue que me fui de ese apartamento. No pasé ni siquiera una noche donde vivíamos juntos. Me fui a donde mi mamá”, relató.

Buscó consuelo en su familia y luego decidió viajar. “Viajé como un mes y medio. Yo no conocía Europa, entonces me vino muy bien. El psicólogo me dijo: ‘Vaya y mire cosas nuevas, vaya y sorpréndase’”.

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De ese proceso nació 'La despedida', libro escrito junto a Jorge Enrique Abello, un testimonio honesto de su duelo. “Esa idea no le gustó mucho a mi terapeuta porque él decía (...) que cuando uno enfrenta un trauma, el cerebro tiende a controlar, a suprimir (...) pero yo le dije: ‘¿Y si barremos de una vez esta vuelta?’”, recordó entre risas.

El proceso de escribir el libro, sin embargo, lo llevó a revivir momentos intensos. “Jorge Enrique me preguntaba cosas como qué pasó en noviembre, cómo fue la Navidad, y yo no me acordaba (...) yo me iba al carrete de fotos, al WhatsApp (...) y uno dice: ‘Marica, ¿yo en qué me estoy metiendo?’”.

El duelo como movimiento y energía

Raúl también habló de cómo encontró en el movimiento físico una vía para sanar. “Incluso ahorita, aquí se habló del ciclismo. Yo hice la carrera del Giro de Rigo (…) Nunca había montado bicicleta profesional y en un mes y medio me puse a aprender (…) y pues hice una carrera de 90 km”, relató.

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En su proceso, entendió la palabra “emoción” de otra forma. “Si uno la rompe, emoción es E de energía y moción de movimiento. Entonces empecé a ver que estaba generando una emoción, y la emoción puede ser viajar, meditar, respirar (…) pero necesitaba una energía de sanación”.

Esa búsqueda, dice, también le enseñó a no victimizarse: “Uno tiene una tendencia enorme a victimizarse y culparse (...) Yo le decía a Dios: ‘Te la cambio, man. Pásamela a mí’ (...) al final entendí que la energía que yo necesitaba era de movimiento”.

“El presente es un regalo”

En la conversación, el actor compartió su visión sobre la muerte y la vida. “Entre más rápido digamos: ‘Sí, es verdad, tú te vas a morir, pero yo también’, eso nos quita culpa y nos entrega responsabilidad”, afirmó.

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Añadió que vivir en el presente ha sido su mayor aprendizaje: “De verdad es un pajazo mental, estar en el futuro, allá hay ansiedad; estar en el pasado, allá hay melancolía; y en el presente somos infinitos, eternos, invencibles”.

Nuevos afectos, nuevas lecciones

Con tranquilidad, Ocampo habló de sus intentos por abrirse al amor tras la partida de Villafañe. “Relacionarse con alguien no fue fácil para mí (...) Cuando quería conectar, notaba que las personas hablaban con una idea de mí en su cabeza, más no conmigo en realidad”, confesó.

En tono reflexivo y entre risas, contó algunas anécdotas sobre las personas que conoció en ese proceso. Explicó que esas experiencias le dejaron aprendizajes sobre el amor propio, la empatía y la importancia de sanar antes de volver a entregarse.