¿Quién salió hoy de MasterChef?: la eliminación dejó a todos boquiabiertos

Las noches de MasterChef Celebrity siempre traen sorpresas, pero las jornadas de eliminación cargan un ingrediente extra: la tensión se puede cortar con cuchillo. En esta nueva etapa del reality, los famosos enfrentaron una prueba individual que puso a prueba toda su creatividad y técnica.

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Cocina libre, despensa abierta y solo una hora para brillar

Esta vez, tuvieron total libertad para cocinar lo que quisieran, con acceso a despensa abierta y una hora exacta para preparar su plato. Después de un reto anterior por parejas donde el yogur griego fue protagonista, la competencia volvió a poner a cada uno a defender su lugar solo, frente al fuego y los jueces.

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Quiénes se salvaron antes del reto de eliminación

En el reto pasado, Adriana Lucía, ganadora de una edición anterior, volvió como invitada especial en un desafío donde Carolina Sabino y Julián Zuluaga entregaron los platos que debían cocinar sus compañeros. De esa prueba se salvaron Alejandra Ávila, Michelle Rouillard, Jorge Herrera y Ricardo Vesga, quienes subieron al balcón y evitaron este nuevo momento decisivo.

Uno menos en la cocina: así se vivió la eliminación

Esta noche, seis celebridades vistieron el delantal negro y se enfrentaron al reto más temido: cocinar sin margen de error. Cada uno presentó un plato con sello personal, pero fueron los detalles y la técnica lo que definió quién seguiría en competencia.

Valeria Aguilar propuso “Amor y humor”, un risotto de papa con atún en salsa de naranja. Belén Alonso destacó su sabor evocador, con toques que le recordaron a España, y elogió la cocción del atún. Jorge Rausch celebró que por fin entregara un plato limpio, sin errores visibles. Nicolás de Zubiría valoró la acertada selección de ingredientes.

Luis Fernando Hoyos presentó “Freya”, pescado con papas fondant, hinojo y manzana. Rausch resaltó el dominio en el punto de cocción de la proteína. Nicolás lo calificó como un plato balanceado y sabroso. Belén, por su parte, aconsejó mayor confianza al usar la mandolina.

Nicolás Montero cocinó “Manos grandes”, donde combinó pescado con una salsa brillante y puré aterciopelado. Nicolás resaltó su actitud serena y la calidad técnica. Belén aseguró que ese plato le supo a su infancia, y Rausch elogió la textura sedosa del puré, impecablemente ejecutado.

Caterin Escobar trajo “Siempre presentes”, con cerdo en salsa de chile dulce y croquetas de yuca. Belén cuestionó el exceso de dulzor en la salsa y la falta de consistencia. Rausch notó demasiada harina en las croquetas, y Nicolás subrayó que la tocineta debía estar bien dorada para sumar textura.

Violeta Vergonzi sirvió “Guapi, Timbiquí y López de Micay”, tamales inspirados en el Pacífico. Rausch reconoció el esfuerzo y sabor del plato. Nicolás apuntó que le faltaba intensidad de sazón, mientras Belén valoró el significado cultural de la preparación.

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Andrea la embarró con el pollo: ni probaron el plato

La tensión estaba al máximo, pero cuando Andrea presentó su plato, el ambiente cambió. Por fuera el pollo lucía impecable, pero al momento de cortarlo Nicolás supo que algo andaba mal. El pollo estaba crudo por dentro, un error que en MasterChef cuesta caro.

Belén, Raush y Nicolás ni siquiera lo probaron. Coincidieron en que un plato en ese estado no se puede evaluar, mucho menos en una competencia de este nivel. Andrea lo reconoció entre lágrimas: su despedida ya estaba escrita antes de que dieran el veredicto.

Este error técnico no perdonó la cocina, y que dejó al resto con un mensaje claro: en esta etapa, ningún detalle se puede descuidar.