8 Mar 2018 11:16 AM

Desencadenantes, síntomas y más información sobre el asma

El asma es una enfermedad crónica que afecta las vías respiratorias y aunque se presenta mayormente en niños, también puede desarrollarse en la adultez.  

Durante un ataque de asma, el revestimiento de los bronquios se inflama, lo que provoca un estrechamiento de las vías respiratorias y una disminución del flujo de aire que entra y sale de los pulmones, explica la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

Los síntomas luego de un episodio son variables, pero entre los más comunes están la tos con o sin producción de esputo (flema), retracción o tiraje de la piel entre las costillas al respirar (tiraje intercostal), dificultad para respirar que empeora con el ejercicio o la actividad, y sibilancias (sonidos en el pecho). Cuando estos síntomas empeoran, lo recomendable siempre es acudir a un especialista y por ningún motivo automedicarse.  

El asma no tiene cura, por lo que es importante que el paciente reciba un diagnóstico a tiempo para evitar que la afección interfiera en su estilo de vida. Pero sin duda hay aspectos que pueden hacer que los síntomas empeoren.  

Entre los principales desencadenantes que agravan esta enfermedad se encuentran:  

  • Tener animales en casa  
  • Los ácaros que pueden estar en el polvo  
  • Los cambios del clima  
  • Los químicos que se pueden encontrar en el aire o en los alimentos  
  • El ejercicio puede producir un cuadro de asma grave en algunas personas  
  • El moho y el polen  
  • Las infecciones como el resfriado  
  • El humo del tabaco  

Según la OMS hay otros factores que influyen en un ataque de asma, como una emoción extrema (de enfado o miedo) o los componentes de algunos medicamentos como la aspirina y otros antiinflamatorios no esteroideos, o los betabloqueantes, empleados contra la hipertensión, algunos problemas cardiacos o la migraña.  

Tener en cuenta estos desencadenantes ayudará a aminorar los efectos de esta enfermedad, que afecta a unos 235 millones de personas en el mundo, de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, y que hace parte de las patologías respiratorias que afectan las vías nasales, tráquea, bronquios o pulmones.