Hace 20 años, en abril de 2005, Bogotá conoció el puente urbano más alto y extenso del país para ese momento.
Se trata del puente vehicular de la calle 92, una infraestructura de más de 800 metros que conecta la avenida NQS (carrera 30) con la autopista Norte y que también hace parte del sistema de troncales de TransMilenio.
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En su punto más alto alcanza cerca de 15 metros y permitió, desde su puesta en funcionamiento, mejorar la conexión hacia el norte de la ciudad para transporte público y carros particulares. Este corredor se encuentra en la localidad de Barrios Unidos.
Durante años predominó el color gris propio del concreto, acompañado de zonas verdes limitadas y presencia de población en condición de calle en sectores bajo la estructura.
Frente a este escenario urbano, el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) y el Jardín Botánico de Bogotá (JBB) seleccionaron este puente para la tercera intervención del proyecto “Columnas Verdes”, una estrategia que incorpora plantas vivas en infraestructuras viales con el fin de recuperar elementos ambientales.
¿En qué consiste la renaturalización del puente de la calle 92?
Según la dirección del Jardín Botánico de Bogotá, la iniciativa busca fortalecer la conectividad ecológica y aportar beneficios para polinizadores en entornos urbanos dominados por superficies duras.
Para el IDU, este trabajo se integra a su política de renaturalización de espacios urbanos, en articulación con proyectos de infraestructura ya construidos.
Antes de la ejecución se hicieron recorridos técnicos y análisis para definir las áreas intervenidas. Se seleccionaron 13 columnas del sistema de puentes entre la NQS y la Autopista Norte, con un área cercana a 227 metros cuadrados. Allí se instalaron mallas de soporte, se adecuó el terreno y se dispuso material de tierra preparada para garantizar el desarrollo de las plantas.
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¿Cuántas plantas tiene el puente de la calle 92 y qué especies fueron instaladas?
Para esta intervención se programó la siembra de 2.752 plantas correspondientes a ocho especies seleccionadas por el Jardín Botánico. El material vegetal fue propagado previamente en el vivero La Florida y posteriormente trasladado a la zona de obra.
Las especies incorporadas incluyen manto de María, capuchina, algodoncillo, salvia granadina, chinchimaní, salvia del Sumapaz y dos variedades de dietes. Varias de ellas son nativas del continente americano, lo que permitirá estudiar su comportamiento en zonas con alto flujo vehicular. El algodoncillo, por ejemplo, tiene relevancia por su relación con mariposas como la monarca, información que servirá para observación científica y seguimiento ambiental.
La instalación se hizo en dos jornadas, con cuadrillas operativas del JBB y el IDU. Las tres columnas de mayor área requirieron mayor tiempo de trabajo debido a sus dimensiones superiores a 26 metros cuadrados.
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Beneficios y propósito del proyecto “Columnas Verdes” en Bogotá
El puente de la calle 92 se suma a puntos ya intervenidos como la avenida 68 con calle 26 y la calle 127 con avenida Boyacá. Las columnas con jardineras permiten avanzar en investigación sobre comportamiento vegetal en entornos urbanos, aportan a la continuidad de corredores ecológicos y fortalecen procesos de monitoreo ambiental.
Esta intervención representa una nueva etapa para una infraestructura que cumple dos décadas como una de las conexiones más importantes entre la NQS y la autopista Norte.
Hoy combina movilidad, gestión ambiental y una apuesta institucional por integrar naturaleza en medio de la ciudad.
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