Delincuencia tiene azotada a Suba: pareja quedó sin un peso tras robo

Los agresores portaban armas de fuego y armas blancas, y durante aproximadamente 40 a 45 minutos mantuvieron retenidas a las víctimas bajo amenazas y agresiones físicas. Erika y su novio intentaron entregar su motocicleta para evitar mayores daños, pero los delincuentes se negaron y exigieron dinero en efectivo. Además de los celulares, los responsables accedieron a las cuentas de Nequi, Daviplata y Bancolombia, retirando todos los fondos disponibles.

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Delincuentes extranjeros operan en zona sin vigilancia ni iluminación

Los autores del ataque, de acuerdo con la descripción entregada por Erika, serían ciudadanos venezolanos. Uno de ellos es alto y delgado, de entre 25 y 27 años, mientras que el otro es más corpulento, también alto, y ambos vestían de negro. Usaban tapabocas y evitaron ser reconocidos. Ante cualquier intento de identificación visual, respondieron con golpes.

La joven señaló que el sitio donde fueron llevados presenta falta total de iluminación y vigilancia policial. En esa zona, donde antes patrullaban motos de seguridad privada, ya no hay presencia constante. La cámara de seguridad que permitió registrar parte del suceso pertenece a un vecino del sector, no a la administración distrital.

Pese a haber intentado presentar la denuncia penal, Erika reportó que ni en la URI de La Granja ni en la de Paloquemao se la recibieron. La respuesta que obtuvo fue que el caso no se consideraba de “gravedad suficiente” y que en esos días no estaban recibiendo ese tipo de reportes.

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Víctimas denunciaron abuso durante el atraco y falta de respuesta institucional

Durante la retención, Erika denunció haber sido manoseada durante una supuesta requisa por parte de los atacantes. Aunque no hubo agresiones sexuales explícitas, la situación incluyó contacto físico no consentido. Erika afirmó que no reaccionó ante el temor de sufrir daños mayores.

Después del hecho, la pareja acudió a valoración médica, pues presentaban múltiples lesiones en la espalda y las piernas producto de patadas e impactos. A la fecha, se encuentran en proceso de recuperación física y esperando respuestas de los bancos respecto al dinero retirado de sus cuentas.

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La comunidad del sector expresó preocupación por la reiteración de hechos similares y la inacción de las autoridades. Según Erika, la Policía ya tenía conocimiento de hechos parecidos, pero no ha habido operativos o vigilancia adicional en el área. La situación ha generado alerta entre los vecinos, quienes piden mayor presencia institucional en el entorno del humedal Juan Amarillo, donde se ha identificado una ruta usada por los delincuentes para huir sin ser detectados.