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26 Ene 2024
04:47 PM
Exconcejal de Bogotá en la cuerda floja: irá a juicio por 'chanchullo' en contrataciones del Distrito
El exconcejal habría aprovechado su cargo para influir en la asignación de puestos.
La Fiscalía General de la Nación, acusó formalmente al exconcejal de Bogotá, José Juan Rodríguez Rico, por el delito de tráfico de influencias de servidor público.
Según investigaciones, entre diciembre del 2006 al 2009 el exfuncionario habría aprovechado su posición para direccionar la contratación de tres personas en el Instituto de Desarrollo Urbano de Bogotá (IDU) con el fin de incidir de manera indebida en la contratación de la Fase III de Transmilenio, entre los años 2006 y 2009.
Una de las actuaciones Rodríguez fue el nombramiento de la entonces directora del IDU, Liliana Pardo Gaona, quien está prófuga de la justicia actualmente. Del mismo modo, el exsubdirector técnico de Ejecución de Obras y una asesora de la dirección de esa entidad.
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"El exconcejal presuntamente quería tener funcionarios cercanos y con poder de decisión en el IDU, que le permitieran incidir en la fase de contratación de la Fase III de Transmilenio por la calle 26; y conocer con anticipación información privilegiada sobre el proceso y los términos contractuales para favorecer a contratitas de obra específicos", expresó la Fiscalía.
Además, en las investigaciones de la Fiscalía se destacaron los registros de visita de José Juan Rodríguez al IDU a media noche.
Cabe mencionar que, el 19 de mayo de 2022, José Juan Rodríguez Rico fue condenado a 7 años y 6 meses de prisión por el delito de interés indebido en la celebración de contratos por su participación en ese entramado de corrupción.
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En ese mismo tiempo, el Tribunal Superior de Bogotá tumbó la absolución al exconcejal Rodríguez Rico, porque al parecer no se acreditó la participación del procesado en los delitos y por ende resolvió a su favor.
De acuerdo con el tribunal, la presencia de la novia del hermano de Rodríguez Rico en el IDU como asistente personal de la entonces directora, Liliana Pardo, fue la evidencia de un manejo del procesado en la contratación de la entidad.
