Exposición en Bogotá revive la tragedia de Armero con 'Ningún lugar a donde ir'
Exposición en Bogotá revive la tragedia de Armero con 'Ningún lugar a donde ir'
AFP.
13 Nov 2025 01:10 PM

Exposición en Bogotá revive la tragedia de Armero con 'Ningún lugar a donde ir'

July
Morales
La iniciativa busca dar nueva vida, de manera simbólica, a quienes permanecen en la memoria colectiva.

La tragedia de Armero marcó para siempre la historia de Colombia. Considerada la peor catástrofe natural vivida en el país y una de las más devastadoras del mundo, el 13 de noviembre de 1985 el volcán Nevado del Ruiz hizo erupción, sepultando bajo el lodo y las cenizas al municipio tolimense. Más de 25.000 vidas se perdieron aquella noche que transformó el corazón de una nación entera.

De interés: Vacaciones decembrinas: 3 planes para relajarse sin gastar mucho billete

Hoy, cuatro décadas después, el arte se convierte en un vehículo para mantener viva la memoria de quienes partieron y de aquellos que aún son buscados.

En la capital del país se presenta una exposición que conmueve y reflexiona: 'Ningún lugar a donde ir', un proyecto artístico que reinterpreta desde la sensibilidad la tragedia de Armero.

¿Dónde y cuándo ver la exposición 'Ningún lugar a donde ir'?

Desde el 13 de noviembre de 2025 hasta el 11 de enero de 2026, la Galería Santa Fe será el escenario de esta muestra creada por las artistas Azul y Lindy Márquez, quienes fueron nominadas al XIII Premio Luis Caballero, el máximo galardón al arte contemporáneo en Colombia.

La fecha de apertura no fue escogida al azar: coincide con el aniversario número 40 de la tragedia de Armero, un momento que invita a recordar y a mirar de frente el pasado, no desde el dolor, sino desde la posibilidad de sanar.

La exposición está compuesta por una instalación audiovisual que combina imágenes, sonidos y elementos poéticos, logrando que el visitante experimente una conexión íntima con la memoria.

Le puede interesar: Bogotá tiene 72 museos para visitar: así puede ubicarlos fácilmente

Un homenaje a los niños desaparecidos de Armero

Más que una exposición, 'Ningún lugar a donde ir' es un acto de fe y de reconciliación con la historia. A través de su obra, las artistas rinden tributo a los más de 500 niños que aún son recordados y buscados por sus familias desde 1985.

El recorrido propuesto es profundamente emocional: cada proyección, cada sonido y cada silencio evocan la presencia de quienes habitaron ese territorio que hoy vive en el recuerdo colectivo.

La instalación sugiere un viaje sensorial entre la ausencia y la esperanza, donde el arte se convierte en un puente entre la memoria y el porvenir.

En palabras de sus creadoras, el proyecto busca dar nueva vida simbólica a quienes permanecen en el recuerdo, transformando la tristeza en un gesto de encuentro espiritual y de reafirmación de la vida.

La tragedia de Armero: 40 años después

Cuatro décadas después de la catástrofe, el país sigue sintiendo el eco de lo ocurrido en aquella madrugada del 13 de noviembre.

Las historias de las víctimas, los testimonios de los sobrevivientes y los esfuerzos de quienes nunca dejaron de buscar a sus seres queridos conforman un legado de resistencia que sigue vivo.

Esta exposición revive el pasado y plantea una reflexión sobre el valor de la memoria como herramienta de transformación social y emocional. En su recorrido, el visitante encontrará un espacio donde el arte se convierte en voz, en oración y en promesa.

En otras noticias: Corabastos se une al turismo con su exquisita oferta gastronómica

Un espacio para la memoria y la esperanza

En 'Ningún lugar a donde ir', la memoria se manifiesta como un territorio abierto, sin muros ni fronteras. Es un llamado a escuchar las voces que el tiempo no ha borrado, aquellas que aún resuenan en el corazón del país.

La exposición invita a mirar hacia adentro, a comprender que la tragedia de Armero no pertenece solo al pasado, sino a una herida colectiva que continúa cicatrizando. Allí, entre luces tenues y sonidos envolventes, el visitante encuentra un espacio donde el dolor se transforma en esperanza y la ausencia en reencuentro.

Fuente
Alerta Bogotá.