Orden de desalojo pone en riesgo a abuelos en La Calera: ¿a dónde irán?

Según Barajas, sus padres han vivido en el terreno durante aproximadamente 50 años luego de firmar una promesa de compraventa con el propietario original.

Indicó que el acuerdo no avanzó hacia la escrituración porque, según su versión, el vendedor no concluyó el proceso antes de fallecer. Agregó que los herederos del predio tampoco dieron continuidad al negocio y, con el paso del tiempo, vendieron la finca a un tercero.

El hijo de la pareja señaló que el terreno fue adquirido posteriormente por el Liceo Francés, institución que, de acuerdo con su relato, aparece como propietario en los documentos actuales. Mencionó que esta entidad adelanta un proyecto educativo que incluye ese sector.

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Vecinos de la vereda afirmaron que han acompañado a la familia en diferentes momentos del proceso, incluyendo un intento de desalojo previo.  

En esa ocasión, relataron que la actuación no se pudo ejecutar debido a la presencia de habitantes del sector y a las dificultades que tuvo la Policía para llegar al punto, pues el río que atraviesa la zona registró un incremento en su caudal. 

Barajas explicó que varios residentes se han solidarizado con la situación e hicieron un plantón en un predio del proyecto educativo, donde expresaron su desacuerdo frente a la posible expulsión de la pareja.  

Indicó que este acompañamiento comunitario ha sido determinante para frenar temporalmente la diligencia. 

El denunciante también afirmó que los adultos mayores no se encuentran solos, pues dos de sus hijos, de 68 y 62 años, viven con ellos. Señaló que sus padres requieren acompañamiento permanente debido a su avanzada edad y a condiciones de salud que requieren soporte respiratorio. 

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¿Qué paso con la promesa de compraventa?

El origen del conflicto, según lo relatado por Barajas, está en la promesa de compraventa firmada hace cinco décadas por un valor de 150.000 pesos de la época.

Afirmó que su padre entregó un adelanto de 50.000 pesos al propietario inicial, quien no avanzó con la escrituración. Tras su muerte, el proceso no fue retomado por sus herederos, quienes finalmente vendieron el predio al Liceo Francés.

De acuerdo con lo expuesto en la entrevista, la familia esperaba que este documento fuera tenido en cuenta dentro del análisis jurídico, aunque reconocieron que no poseen escrituras. Barajas señaló que contaban con un abogado que interpuso recursos en diferentes etapas, pero que el profesional se retiró del caso.

Posteriormente, la decisión pasó a un juzgado de Bogotá, que emitió la orden de desalojo ejecutada por la inspección de policía de La Calera.

El denunciante indicó que no han recibido propuestas de reubicación o alternativas de parte del comprador del predio.

Por otro lado, comentó que no han tenido un acercamiento directo con representantes del proyecto educativo y que la comunicación ha sido manejada por la inspección encargada del proceso.