Cajicá acaba de dar un salto que pocos imaginaban. Reconocida empresa de producción de sal que consumen millones de hogares en Colombia, inauguró en este municipio una mega planta de purificación de sal con una inversión de $120.000 millones. Este proyecto convierte a Cajicá en uno de los nuevos centros industriales más importantes de la región y le pisa los talones a Zipaquirá, tradicional referente en la producción salina.
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Industria limpia y eficiente
Lo más llamativo de esta planta es su apuesta por la sostenibilidad. Gracias a tecnología de última generación, reducirá 90 % del consumo energético y 96 % de las emisiones contaminantes. Para Cajicá, esto significa contar con una industria que crece sin afectar la calidad del aire ni la vida de sus habitantes, algo poco común en este tipo de procesos. Esta innovación marca un cambio profundo en la forma de producir sal en Colombia.
La fábrica del futuro
La compañía también presentó sistemas inteligentes que permiten monitorear la producción desde computadores y sensores que anticipan cualquier falla antes de que ocurra. En palabras simples: Cajicá ahora tiene una “fábrica del futuro”, donde la sal se purifica sin ruidos, humos ni procesos pesados. Esta modernización representa un antes y un después en la industria local, consolidando al municipio como un referente de tecnología aplicada al sector alimentario.
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Impacto económico y social
Con esta nueva planta, se duplica la producción nacional y posiciona a Cajicá como un territorio clave para la economía del país. El proyecto traerá más empleo, mayor movimiento empresarial y un modelo de producción limpia que se convierte en uno de los hitos más importantes para el desarrollo del municipio. Además, esta inversión fortalece la competitividad regional y abre oportunidades para que Cajicá se consolide como un polo industrial sostenible.
Un cambio que marca tendencia
La llegada de esta planta no solo beneficia a Cajicá, sino que envía un mensaje claro sobre el futuro de la industria: crecimiento con responsabilidad ambiental. Mientras Zipaquirá mantiene su tradición salinera, Cajicá apuesta por innovación y tecnología, demostrando que es posible producir sin sacrificar la calidad del aire ni la salud de la comunidad. Con esta estrategia, el municipio se posiciona como ejemplo de desarrollo limpio y eficiente en Cundinamarca.