¿Cirugías espirituales? Estos son los milagros por los que José Gregorio Hernández ahora es santo
El médico venezolano José Gregorio Hernández Cisneros fue canonizado el pasado domingo 19 de octubre en el Vaticano, en una ceremonia presidida por el papa León XIV. Con este acto, la Iglesia católica reconoció oficialmente su santidad, convirtiéndolo en el primer laico venezolano en ser declarado santo.
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Se trata de una figura de profunda devoción en América Latina, especialmente en Venezuela y Colombia, donde su vida y obra han inspirado a millones de creyentes.
¿Quién fue José Gregorio Hernández?
José Gregorio Hernández nació en Isnotú, estado Trujillo, en 1864. Estudió medicina en la Universidad Central de Venezuela y amplió su formación en Europa, donde profundizó sus conocimientos en biología y bacteriología. A su regreso, se dedicó a la enseñanza y al servicio médico, atendiendo a pacientes sin recursos económicos. Falleció en Caracas en 1919, tras ser atropellado por un vehículo mientras cumplía sus labores cotidianas.
Desde hace más de un siglo, su figura es venerada por miles de personas que lo consideran intercesor en casos de salud y dificultades personales. Su canonización fue esperada durante décadas y ahora representa, según los obispos venezolanos, un momento de esperanza y unión para el pueblo latinoamericano.
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En entrevista con Vatican News, el arzobispo de Caracas, monseñor Raúl Biord Castillo, señaló que la figura de José Gregorio Hernández “atraviesa todas las barreras políticas, sociales y económicas”, y que su canonización llega en un momento de polarización en Venezuela. Agregó que el nuevo santo representa “lo mejor del pueblo venezolano”.
Por su parte, el obispo auxiliar, monseñor Carlos Márquez, destacó que José Gregorio Hernández y la madre Carmen Rendiles, también canonizada en la misma ceremonia, son “venezolanos para ser imitados”. Recordó que el médico venezolano fue un hombre de fe, ciencia y fraternidad, que mantuvo el respeto incluso hacia quienes lo adversaban intelectualmente. Resaltó que su vida enseña la importancia de “verse como hermanos, no como enemigos”, y de cultivar la fraternidad como principio de convivencia.
Los milagros atribuidos a José Gregorio Hernández y la devoción popular
La canonización fue posible tras el reconocimiento de dos milagros atribuidos a la intercesión de José Gregorio Hernández, ambos relacionados con la sanación de enfermedades graves. El primero se asoció a la recuperación de una niña venezolana en 2017, mientras que el segundo caso fue confirmado por la Santa Sede en 2024, tras un proceso de verificación médica y teológica.
En Venezuela y Colombia, su imagen es común en hospitales, consultorios y hogares. Miles de personas lo invocan como “el médico de los pobres” y le atribuyen favores por su ayuda en momentos de enfermedad o necesidad. Sin embargo, otros tantos aprovechan su imagen para ofrecer procedimientos poco ortodoxos.
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Por ejemplo, en algunos lugares del país se ofrecen las llamadas cirugías espirituales, en las que los pacientes dicen pasar por una experiencia cercana a lo paranormal, en la que entran a un quirófano a solas y repentinamente quedan sedados, como si les hubieran suministrado anestesia. Después de ello, les dicen que el espíritu del médico les practica una cirugía a nivel espiritual que termina brindándoles alguna mejoría.
Algunos familiares de pacientes aseguran haber visto al médico tomar una forma corpórea, como de una persona real, que incluso les da un parte de la supuesta cirugía, pero lo llamativo es que esta no deja signos visibles en la piel. Real o no, convalecientes también han dicho sentir algo en la zona del cuerpo supuestamente intervenida, e incluso se dice que, de no cuidarse, sufren las consecuencias como cualquier persona en un postoperatorio.
Son múltiples los testimonios que hablan de curaciones milagrosas tras someterse a este supuesto procedimiento, que se lleva a cabo casi siempre en privado, rodeado de un misticismo y misterio, pero la Iglesia solo reconoció casos comprobados con métodos especiales que combinan la ciencia y la teología.