¿Qué significa que un perro duerma en la almohada de su dueño?
¿Qué significa que un perro duerma en la almohada de su dueño?
Collage Alerta Bogotá - Freepik.
4 Jun 2025 09:51 PM

¿Qué significa que un perro duerma en la almohada de su dueño? Expertos explican

July
Morales
Este gesto, que parece una muestra de cariño, esconde varios significados. Conozca de qué trata.

Los perros son animales leales, inteligentes y altamente sensibles. A diario manifiestan comportamientos que, aunque cotidianos, pueden resultar difíciles de interpretar para muchos cuidadores.  

Desde seguir a una persona por toda la casa hasta emitir ciertos sonidos, estos animales de compañía expresan sus emociones mediante conductas que normalmente requieren una mirada especializada para entender su verdadero significado. 

Uno de los comportamientos que más llama la atención es cuando un perro decide dormir sobre la almohada de su dueño. Este gesto, que parece una muestra de cariño, esconde varios significados vinculados con el apego, el instinto y la necesidad de seguridad.  

Por ello, algunos expertos explican qué significa, cómo saber si un perro siente confianza hacia una persona y cuáles son las señales de desconfianza. 

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¿Qué significa que un perro duerma en la almohada de su dueño? 

Según expertos en veterinaria, cuando un perro duerme sobre la almohada de su dueño está expresando un alto nivel de apego y seguridad emocional.  

La almohada es un objeto que concentra gran parte del olor humano, lo cual brinda al perro una sensación de cercanía y tranquilidad. Para estos animales, el olfato es una herramienta clave de comunicación, por lo que dormir en este lugar refuerza el vínculo con su cuidador. 

Además del componente olfativo, este comportamiento refleja un fuerte lazo afectivo. Dormir en un espacio tan íntimo sugiere que el perro se siente parte del núcleo familiar. También puede tratarse de un mecanismo de protección mutua, propio de su instinto de manada. 

En algunos casos, dormir en la almohada puede estar asociado a la ansiedad por separación. Esto ocurre con mayor frecuencia en animales que han experimentado abandono, cambios drásticos en su entorno o traumas previos.  

En estas situaciones, la cercanía física con su cuidador les permite autorregular su ansiedad durante el descanso. 

Expertos en etología animal recomiendan observar si esta conducta interfiere con el descanso de la persona o si se presenta de forma insistente. Si es así, podría ser útil consultar con un profesional para comprender mejor las necesidades emocionales del perro. 

¿Qué significa que un perro duerma en la almohada de su dueño?
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¿Cómo saber que le cae bien a un perro? 

Identificar si un perro siente afinidad por una persona es posible a través de ciertos comportamientos que revelan confianza y agrado.  

Entre los signos más comunes, se destacan: 

  • Movimiento de cola relajado, especialmente de lado a lado. 
  • Búsqueda voluntaria de contacto, como acercarse para recibir caricias o compartir juguetes. 
  • Contacto visual sereno, sin signos de incomodidad o tensión. 
  • Posturas corporales relajadas, con orejas y cuerpo en posición natural. 
  • Dormir cerca de la persona, ya sea en el sofá, en los pies o incluso en la cama. 

En Colombia, donde muchos perros hacen parte activa de la vida familiar, estos comportamientos suelen observarse con frecuencia en hogares donde existe un vínculo fuerte entre el animal y sus cuidadores. Permitir caricias en zonas sensibles como la barriga o las patas también es un indicador claro de confianza. 

¿Cómo saber que un perro no confía en usted? 

Por el contrario, un perro que no ha desarrollado confianza con una persona muestra señales evidentes de incomodidad o alerta. Las señales de desconfianza incluyen: 

  • Evitar el contacto visual directo o mirar de reojo con la cabeza agachada. 
  • Alejarse o esconderse cuando alguien se aproxima. 
  • Cuerpo rígido o tenso, incluso ante gestos amistosos. 
  • Gruñidos, ladridos defensivos o mostrar los dientes sin provocación directa. 
  • Rechazo al contacto físico, especialmente en zonas vulnerables. 

Estos signos pueden ser consecuencia de experiencias negativas previas, una socialización insuficiente o una relación aún no consolidada.  

En estos casos, la recomendación es actuar con calma, evitar el contacto forzado y permitir que el perro se acerque a su ritmo. 

Para construir una relación basada en la confianza, los expertos aconsejan establecer rutinas claras, ofrecer recompensas ante actitudes tranquilas y, de ser necesario, acudir a un etólogo canino.

Fuente
Sistema Integrado Digital.