El ‘Chavo del 8’
El ‘Chavo del 8’
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11 Ago 2020 02:15 PM

Conozca la verdad sobre la mamá del ‘Chavo del 8’

Yurby
Calderón
El famoso programa fue sacado del aire a nivel mundial por problemas legales.

En el año 1971 el actor, comediante, dramaturgo, escritor, guionista, compositor musical, director y productor de televisión, Roberto Gómez Bolaños, revolucionó la televisión mexicana con el estreno de uno de los programas de comedia más exitoso de todos los tiempos, ‘El Chavo del 8’. 

Dicha producción se consagró a los pocos años llegando a ser la favorita en al menos 90 países y siendo doblado en más de 50 idiomas. Y es que la historia del niño huérfano que vivía en una vecindad se ganó el corazón de millones de espectadores por casi 50 años, hasta que hace unas semanas fue sacado del aire en todo el mundo.  

El pasado 2 de agosto se conoció que una disputa legal entre los herederos de Roberto Gómez Bolaños y la empresa mexicana Televisa obligó a la suspensión, a nivel global, de los programas de televisión 'El Chavo del 8' y 'Chespirito', tanto en señal abierta como en diferentes plataformas digitales. 

A pesar de que por ahora muchas familias no puede disfrutar de las ocurrencias del Chavo, la Chilindrina y Quico, el show sigue siendo el favorito de muchos y causando expectación con algunas tramas de la historia.

Una de las incógnitas que siempre ha surgido es sobre el origen del famoso personaje es sobre sus padres o de cómo llegó a la vecindad, entre otras.      

Gómez Bolaños, escribió los secretos de su famoso personaje en un libro llamado ‘El Diario de El Chavo del Ocho’. En él se su autor asegura que el Chavo, quien realmente se llamaba Rodolfo Pietro Filiberto Raffaello Guglielmi, sí conoció a su mamá y vivió con ella. Al parecer la madre lo dejaba en una guardería todos los días cuando iba a trabajar, pero un día no regresó por él.  

“Lo malo era que la pobre llegaba muy cansada de tanto trabajar, y cuando decía que iba a recoger a su hijo le preguntaban: ‘¿Cuál es?’, y ella respondía: ‘No sé; uno de esos’, y entonces le daban el niño que tenían más a la mano”, se lee en el libro.  

“Un día mi mamá no pasó a recogerme, y los demás días tampoco”. En el texto el Chavo narra su historia en primera persona y explica que tras el abandono de su mamá fue llevado a un orfanato, lugar donde recibió golpes y castigos por parte de la encargada principal del recinto.  

A mí una vez me sacó sangre de la nariz y luego se enojó porque manché mi ropa con la sangre, y después me castigó dejándome un día sin comer”, relata el Chavo.  

Al parecer el niño le suplicó a la encargada que lo dejará ir y ella aceptó. “Anduve caminando por muchas calles que no conocía (…) Un día llegué caminando hasta un callejón que estaba muy oscuro, y empecé a sentir miedo”, cuenta. 

“Un día llegué a la vivienda y me di cuenta de que ya no le temblaban las manos; y toda ella estaba quietecita, quietecita”, detalla inocentemente sobre la muerte de la anciana. Desde entonces, el Chavo se quedó en la vecindad y así inicia su historia.  

El Chavo llegó a un sitio donde conoció a otros niños en situación de calle. En ese lugar, aprendió a hacer malabares para pedir dinero en los semáforos. Además, estuvo expuesto al uso de estupefacientes. “Yo también le di una chupada, ¡pero me dio muchísima tos! (…) También tenían una bolsa de plástico, la cual tenía algo dentro; algo que olía parecido a como huelen los talleres donde pintan carros”, narra el personaje. 

En cuanto a cómo fue su llegada a la vecindad, en el programa se ve a la Chilindrina y a Don Ramón recibiéndolo, sin embargo, en el diario la historia es distinta. “Un día iba yo por otra calle que no conocía, cuando empezó a llover mucho. Entonces me metí a una vecindad. Y desde entonces he vivido ahí”.  

Ya estando dentro de la residencia conoció a una señora que vivía en el apartamento número 8, y lo invitó a quedarse con ella unos días, pero la mujer que sufría de Parkinson falleció.  

Fuente
Sistema Integrado Digital