Este lunes 8 de agosto, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, radicó el proyecto de la reforma tributaria, que busca recaudar 25.9 billones de pesos.  

La iniciativa tiene varios cambios que afectan a quienes ganen más de $10 millones de pesos mensuales. Sin embargo, también toca al ciudadano de a pie y a las compras que se realizan en un mercado promedio, debido a los impuestos de algunos alimentos.  

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La iniciativa, que contiene 69 artículos y que se debatirá en el Congreso de la República, entre otras, propone gravar las bebidas azucaradas, los alimentos ultra procesados, algunos dulces y comida chatarra.  

Bebidas azucaradas  

El impuesto se interpondría en la producción y primera venta del producto. Se gravaría de acuerdo al contenido de azúcar en gramos, por cada 100 mililitros de bebida para recoger $ 1,02 billones en 2023. 

Si contienen menos de 4 gramos de azúcar no pagarán impuestos adicionales; si el azúcar es mayor o igual a 4 gramos y menor a 8, pagará 18 pesos, pero si es mayor o igual a 8 gramos, tributará con 35 pesos. 

Las bebidas que cobijan el impuesto serían los zumos, néctares de fruta, mezclas en polvo, bebidas azucaradas, bebidas energizantes, bebidas gaseosas o carbonatadas, bebidas deportivas, refrescos, aguas endulzadas o saborizadas, bebidas a base de malta y bebidas a base de fruta en cualquier concentración.

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Según Ocampo, esta diferenciación tarifaria contribuye a promover la reducción del consumo de los productos con mayor contenido de azúcar en el país. 

Alimentos ultra procesados  

Asimismo, se plantea el pago de tarifas adicionales para el consumo de productos como la picada (morcilla, longaniza y chorizo, entre otros).  

El impuesto también incluye a los embutidos como salchichón, salchicha, jamones y pepperoni, entre otros.  

Comida chatarra

Otros productos incluidos en este impuesto son las papas fritas, patacones, chicharrones y en general todos los alimentos en paquete con alto contenido en sodio.

De igual manera, las galletas, los dulces, ponqués, tortas, merengues, obleas, cacao en polvo con adición de azúcar, frutas cubiertas de chocolate y otros productos de confitería como el arequipe.

Así las cosas, no solo la clase alta en Colombia se verá afectada con el incremento de impuestos, sino también la clase media y baja.