¡Así no es! A ciudadano que perdió pierna por mina le negaron permiso de 'pico y placa'

Sufrir, padecer y hacer una cantidad de trámites fue lo que tuvo que vivir el sargento viceprimero Eisner Mendoza para lograr la atención de la Secretaría de Movilidad de Bogotá. Todo parece indicar que ese despacho le habría negado el permiso para transitar en su vehículo en la capital por su pico y placa. Lo anterior, a pesar de que el militar (r) perdió su pierna derecha por cumplimiento de su deber en el municipio La Gloría, ubicado en el departamento de Cesar.

Al no recibir respuestas de parte de la Secretaría de Movilidad este ciudadano tuvo que acudir a una tutela contra esa institución para que se le permitiera transportarse libremente en Bogotá. Este recurso jurídico para fortuna de Mendoza falló a su favor. Por otro lado, el sargento (r) aseguró que esa institución argumentó frente a su caso que no podían darle el permiso para conducir porque su carro no se encuentra registrado en Bogotá, razón que para Mendoza no es muy valida teniendo en cuenta su condición.

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Este militar que en poco tiempo se graduará como abogado de la Universidad Sergio Arboleda espera radicar pronto ante la Secretaría de Movilidad está apelación para que la entidad tránsito le otorgue el permiso correspondiente que le permita moverse con libertad por la capital.

Al respecto, la Secretaría informó que el inconveniente principal radicaba en que el vehículo de Mendoza había sido matriculado en Paipa. Sin embargo, el sargento alegó que él llevaba viviendo en Bogotá desde 2008 y que podía comprobarlo sin ningún problema.

La Secretaría de Movilidad no se ha pronunciado de momento por este caso, el cual indignó a muchas personas en redes sociales que defendieron al militar (r) por su condición de discapacidad en donde una prótesis de metal y plástico son su único sustento para mantenerse de pie.

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Finalmente, una cifra revelada por la Acción Integral contra Minas Antipersonal del año pasado dio cuenta de que en Colombia las minas antipersona han dejado 11.542 víctimas, de las cuales 9.266 han resultado heridas y 2.276 muertas. La anterior estadística demuestra que de cada cinco víctimas de estos artefactos explosivos fallece una, además el mismo estudio indicó que el 61 % de las víctimas hacen parte de la Fuerza Pública y el 39 % son civiles.