
En el corazón del barrio Calvo Sur, en la localidad de San Cristóbal, la Cárcel Distrital de Bogotá desarrolla un modelo de atención integral que transforma la vida de cientos de personas privadas de la libertad.
Más allá de los barrotes y los uniformes naranjas, existe un espacio donde el aroma del pan recién horneado y el ritmo de la cocina brindan una alternativa real de resocialización.
Lea también: Banco de la República lanzó nueva moneda: en unos años valdrá una fortuna
Se trata de uno de los talleres de panadería que hacen parte de la estrategia institucional para brindar formación, ocupación y esperanza a quienes se encuentran en proceso de reintegración social.
Una panadería entre muros: así transcurre una jornada
El día comienza temprano, incluso antes de las nueve de la mañana. Luego del llamado en patio, quienes participan en el taller de cocina cambian el uniforme naranja por indumentaria blanca, tapabocas y gorros de cocina.
El menú está definido: hamburguesas y repollas, y con ellos empieza el movimiento. Entre risas, instrucciones y sonidos de espátulas y hornos, el ambiente se llena de energía.
“Páseme más harina”, “cuidado con el horno”, se escucha mientras las manos de los internos transforman los ingredientes en productos de panadería. El espacio funciona como taller culinario y como una herramienta clave para el desarrollo personal.
De interés: Subida a los Cerros cambia: senderos cerrados temporalmente
Rubén: un comerciante que encontró en la panadería una nueva oportunidad
Entre quienes participan se encuentra Rubén, privado de la libertad desde hace varios meses y actualmente en proceso judicial.
Antes de su llegada, se dedicaba al comercio y no tenía conocimientos en panadería. Hoy, no solo prepara pan y galletas, sino que también domina recetas como los liberales y los profiteroles.
“Después de que llegué acá, esto fue súper, porque se le olvida uno realmente de dónde está”, afirma mientras mezcla la harina. Con orgullo relata que espera sorprender a su familia con todo lo aprendido.
“Hasta yo me asombro… pensé que no podía llegar a aprender esto y hacer unos liberales. Son deliciosos”, dice entre risas.
Rubén nos abre las puertas de la panadería en la #CárcelDistrital, un centro carcelario donde no solo se hornea pan, sino también nuevas oportunidades.
Así son los talleres de atención integral que ofrece este lugar a quienes buscan cambiar su historia.
Bogotá #TransformaVidas… pic.twitter.com/vVChKhDXgy
— Secretaría de Seguridad BOG (@SeguridadBOG) July 13, 2025
En otras noticias: Anuncian cambios para comprar el pasaje de Transmilenio con la llegada del Metro
Talleres integrales que forman y dignifican
El taller de panadería es solo una muestra del modelo de atención integral que se desarrolla en la Cárcel Distrital.
Otros espacios incluyen la emisora, carpintería y acondicionamiento físico, todos con el objetivo de brindar herramientas útiles a las personas privadas de la libertad y ofrecerles opciones concretas de vida una vez recuperen su libertad.
Estas acciones hacen parte de la estrategia ‘Justicia que transforma’, contenida en el Plan Integral de Seguridad Ciudadana, Convivencia y Justicia (PISCCJ) 2024-2027, cuyo propósito es implementar un enfoque restaurativo y estandarizar los procesos y protocolos en los centros de reclusión distritales.
Reconocimiento internacional por buenas prácticas
Gracias a iniciativas como al que se mencionó anteriormente, sumadas a los altos estándares de seguridad y gestión, la Cárcel Distrital ha sido reconocida por la Asociación Americana de Correccionales – ACA, como una de las mejores del país.
Este reconocimiento respalda el compromiso del Distrito por una justicia con sentido humano y enfoque restaurativo.