
Exagente del CTI fue condenado injustamente y el Estado le pidió perdón: esta es su historia
En una entrevista concedida a Alerta Bogotá 104.4 FM, Gustavo Sastoque, exagente del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, relató el largo proceso que lo llevó a recibir disculpas públicas del Estado colombiano luego de ser víctima de un error judicial que lo mantuvo 10 años en prisión.
El pasado lunes 6 de octubre, la justicia reconoció oficialmente su equivocación y pidió perdón por haberlo condenado injustamente por el asesinato de Hernando Pizarro León Gómez, ocurrido en 1995. Sastoque, quien hoy tiene 57 años y reside en el barrio 20 de Julio, fue vinculado al caso cuando tenía 26 años, pese a desempeñar funciones administrativas dentro del CTI.
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Entrevista con Gustavo Sastoque, en Alerta Bogotá
“Ese 8 de marzo de 1995 inició la pesadilla. Me acusaron de ser el autor material del crimen de Hernando Pizarro. Utilizaron dos testigos falsos y, a pesar de todas las pruebas que presenté, me condenaron a 45 años”, explicó durante la entrevista. La sentencia fue ratificada por el Tribunal y la Corte Suprema de Justicia, lo que lo llevó a recurrir a instancias internacionales para reclamar su inocencia.
De acuerdo con su testimonio, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos intervino en su caso, ordenando medidas de reparación por la violación del debido proceso. Gracias a este pronunciamiento, la Corte Suprema revisó el fallo y retiró su condena, aunque Sastoque aclaró que “aún sigo vinculado a la investigación, en calidad de sindicado, porque el juez no ha emitido un pronunciamiento final”.
El falso positivo judicial y sus consecuencias
El exagente aseguró que su caso fue resultado de un montaje judicial ocurrido en el contexto de la llamada “justicia sin rostro”, una figura que, según explicó, facilitó abusos y condenas sin garantías procesales. “En esa época se buscaban resultados rápidos y positivos ante la opinión pública. Escogieron a un chivo expiatorio dentro de la Fiscalía, y desafortunadamente fui yo”, dijo.
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Durante la entrevista en Alerta Bogotá 104.4 FM, Sastoque relató que los testigos que lo incriminaron recibieron dinero para fabricar su declaración. “Les pagaron 20 millones de pesos y les mostraron mis fotografías para que aprendieran mi físico y luego me señalaran”, sostuvo.
El exagente también recordó que incluso miembros del antiguo secretariado de las FARC reconocieron años después el error, señalando que su participación en el crimen nunca existió. “El señor Julián Gallo me pidió perdón delante de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia”, expresó.
Décadas marcadas por la estigmatización
La condena no solo afectó su vida laboral y personal, sino también la de su familia. Sastoque relató que su madre falleció durante su encarcelamiento, situación que describió como uno de los episodios más difíciles. “Me dieron permiso para asistir al entierro esposado y escoltado. Eso fue lo más degradante que viví”, comentó.
En prisión, convivió con distintos tipos de internos y aseguró haber sido víctima de constantes humillaciones por parte de la guardia. Tras cumplir diez años, obtuvo la libertad condicional, pero el estigma le impidió reinsertarse fácilmente en la vida laboral. “Salí a buscar empleo y fue imposible. Gracias a mi hermana logré trabajar como mensajero en el Fondo de Empleados de la Registraduría”, indicó.
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A pesar de haber recuperado su libertad, Sastoque señaló que la reparación no borra las tres décadas de perjuicio que ha sufrido. “La justicia me dañó la vida psicológica y económicamente. Lo único que espero ahora es que se limpie completamente mi nombre”, manifestó.
Treinta años después del inicio de su proceso, la justicia colombiana reconoció su error y pidió perdón público. Sin embargo, Gustavo Sastoque insiste en que la verdadera reparación solo se completará cuando su nombre quede libre de toda vinculación judicial. “La vida sigue, pero el daño ya está hecho. Solo espero que ningún otro colombiano tenga que pasar por lo mismo”, concluyó.