Hospitales con enfermos del coronavirus
La FM
21 Sep 2021 10:11 AM

Falleció en hospital de Bogotá, tolimense baleado en el municipio de El Espinal

Héctor Santiago
Guaman Espinosa
El ciudadano ‘pijao’ recibió un mortal proyectil en el cabeza que lo alejó parta siempre de este mundo.

Falleció en las últimas horas el ciudadano tolimense de 46 años de edad que resultó baleado el pasado jueves 16 de septiembre de este año 2021 por sujetos motorizados en una esquina del barrio Santa Margarita María del municipio del Espinal. 

Carmenza Rodríguez, esposa de la víctima, identificada como Nelson Cuellar, en dialogo con la emisora La Cariñosa 610 AM indicó que, tras recibir proyectiles en la cabeza y las piernas, su marido fue llevado de urgencia a las instalaciones del Hospital San Rafael del pueblo, en donde los médicos de turno al verlo en tan malas condiciones, decidieron remitirlo a un centro asistencial de mayor nivel en Bogotá. 

Luego de cuatro horas de camino dentro de una ambulancia, Cuellar resultó recluido muy grave en el Hospital Universitario Nacional de Colombia de la Calle 44 con Carrera 59 localidad de Teusaquillo de la capital del país, en donde ingresó con muerte cerebral y en las horas de la noche del domingo anterior se produjo el deceso. 

Doña Carmenza relató en el noticiero Alerta Bogotá que su compañero sentimental, maestro de la construcción, el día del ataque, salió de su residencia a jugar parqués con unos amigos, pero cuando lanzaba los dados y movía las fichas, dos pistoleros trepados en una moto, le dispararon a quemarropa luego de hacerle ronda dos veces, para dejarlo grave cerca al butaco donde estaba sentado. 

La señora Rodríguez recordó a Nelson como un ‘fosforito’ que tenía discusiones cuando tomaba trago, pero nunca pasaba a mayores y el cual, tras su fallecimiento, deja dos hijos de 21 y 10 años y bonitos recuerdos con ella de 23 años de unión libre. 

En las próximas horas el cadáver de Cuellar arribará a la población del Espinal Tolima, para que sus seres queridos le den el último adiós en el cementerio local, mientras avanza la investigación respectiva para establecer quienes fueron los homicidas y por qué lo ‘quebraron’.