
Un muchacho que el pasado domingo había recibido dos puñaladas en medio de una pelea en la localidad de Usme, fue atendido en dos hospitales del sur de Bogotá en donde los médicos le salvaron la vida tras las graves heridas. Sin embargo, una vez le dieron de alta, el sujeto volvió el lunes por las mismas andanzas y se volvió a agarrar con los mismos enemigos y esta vez sí llevó del bulto al recibir dos mortales balazos.
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Todo parece indicar que el muchacho de 25 años de edad, por supuestos temas de territorio en la venta de alucinógenos se enfrentó a puñal con los miembros de otra banda el pasado fin de semana, recibiendo dos puntazos que lo mandaron primero al Centro de Atención Médica Inmediata (Cami) de Usme Pueblo, luego al Hospital de Meissen y finalmente al Hospital El Tunal en donde tras una rápida reacción de los especialistas, le salvaron la existencia, lo curaron y ayer lunes en la mañana le dieron salida.
Lo insólito del caso es que el ‘pelao’ aún convaleciente volvió a enfrentarse con la pandilla rival pero esta vez sí lo alcanzaron dos balazos que acabaron con su existencia.
El coronel Jhon Jairo Urrea, oficial de Inspección y Vigilancia de la Policía Metropolitana de Bogotá, dijo a La Cariñosa de RCN que los allegados a la víctima, buscando los servicios de salud por las nuevas heridas, encendieron a piedra y palo el Centro de Atención Médica porque no los atendían de inmediato, saltándose los protocolos establecidos.
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El oficial señaló que el hecho se desencadenó por temas relacionados con el microtráfico dejando como saldo el muerto en mención y dos heridos más.
Se conoció que minutos después una mujer sexagenaria fue retenida por agentes del orden con tremendo revolver y su respectiva munición y se investiga si hizo parte de la asonada contra el Centro de Atención Médica Inmediata.