Piden renuncia de funcionario de universidad por polémica frase: “El feminicidio es un acto de amor”
El hombre se volvió loco en medio del aislamiento y casi mata a su mujer en Usaquén.
Un parroquiano, residente en una vivienda de la localidad de Usaquén en el norte de la capital de la República, al parecer el encierro y el ver a su mujer a toda hora lo convirtió en un verdadero ogro, llevándolo en las últimas horas a atentar contra la integridad física de su pobre señora.
Vecinos del sector al escuchar el escándalo generado por la pareja, decidieron telefonear a la Línea de Emergencias 123 para reportar la bulla que hacía el matrimonio en ese sitio y en medio de la cuarentena.
Patrulleros de la Policía Metropolitana de Bogotá (Mebog) arribaron al predio y vieron al salvaje con un garrote, dándole como a 'violin prestado' a la infortunada dama, quien gritaba y pedía clemencia sin parar.
Lea además: Así operará Transmilenio a partir del 27 de abril
Inmediatamente los uniformados actuaron atajando al intolerante tipo y auxiliaron a la ciudadana, quien ya tenía el rostro desfigurado por la paliza que recibió en la cara y otras partes del cuerpo por parte de quien alguna vez le prometió amor eterno en el altar de una parroquia.
Mientras el 'troglodita' era reducido, esposado y metido descamisado y despelucado dentro de una patrulla de la institución rumbo a la Unidad de Reacción Inmediata URI del sector La Granja, la lastimada era conducida a las instalaciones del Hospital Simón Bolívar, sitio en el cual recibe las atenciones del médico internista y plástico tras llegar en un lamentable estado.
Le puede interesar: ¡Claman por ayudas! Personas con hambre en Bogotá piden ser escuchadas
Moradores de ese sector en Usaquén ya le llaman al agresor como 'Covid Orlando' por lo agresivo que es, así como el Coronavirus que viene lastimado a muchos habitantes en el mundo entero.
Agentes especiales que investigan la riña intrafamiliar tratan de establecer qué carajos sacó de 'los chiros' al hombre quien a esta hora tras los barrotes de una celda, piensa ya más calmado, lo que hizo en contra de la muchacha de 27 años de edad.
