
De acuerdo con el testimonio de Luis Soto, Miguel y otras personas transitaban por una vía del municipio cuando fueron detenidos en un retén de tránsito. El hermano de la víctima señaló que en el sitio se intentó llegar a un acuerdo entre su hermano y los agentes, pues Miguel se encontraba bajo los efectos del alcohol. Ante la imposibilidad de resolver la situación, los uniformados solicitaron apoyo policial.
Según lo narrado, al lugar llegaron aproximadamente 10 policías, quienes habrían sometido de manera violenta a los presentes. Luis Soto indicó que durante el procedimiento su hermano fue arrodillado, golpeado y reducido. En medio de la confusión, se produjo una reacción por parte de las personas involucradas, lo que derivó en que uno de los uniformados accionara su arma de fuego.
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Trágica muerte de Miguel Soto en un procedimiento policial en Chía
Impactos de bala y traslado de la víctima
El hermano de la víctima precisó que Miguel Soto recibió varios disparos en la parte inferior del cuerpo. Uno de los proyectiles le habría comprometido una arteria en la pierna, ocasionando un sangrado severo, además de afectar la zona testicular y causar daño en la pierna derecha. Luis Soto relató que su hermano fue trasladado con urgencia a un centro hospitalario cercano, pero no sobrevivió a las lesiones.
El hecho ocurrió en el marco de un operativo de tránsito que terminó en un altercado. Hasta el momento, las autoridades no han entregado un pronunciamiento oficial que aclare las circunstancias exactas del procedimiento ni la actuación de los uniformados involucrados. La familia insiste en que se trató de un exceso de fuerza y pide a los organismos competentes que investiguen lo ocurrido.
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Investigación en curso y reclamo de justicia
La muerte de Miguel Soto plantea interrogantes sobre los protocolos de la Policía en procedimientos de control vial en municipios de la Sabana de Bogotá. La comunidad de Chía y la familia de la víctima esperan que se adelante una investigación que permita determinar responsabilidades. Luis Soto manifestó que lo sucedido no debería repetirse con ningún ciudadano y que el caso debe ser esclarecido para evitar nuevos hechos similares.
La Fiscalía General y los entes de control tendrán ahora la tarea de revisar los informes policiales y testimonios de testigos presenciales para establecer si hubo irregularidades en la actuación de los uniformados y si se configuró un uso desproporcionado de la fuerza.
La muerte de Miguel Soto deja en evidencia la necesidad de evaluar las prácticas policiales en procedimientos rutinarios, así como la urgencia de reforzar la confianza ciudadana en las instituciones encargadas de garantizar la seguridad.