Actualmente, en Bogotá se ejecutan más de 1.000 frentes de obras de infraestructura, las cuales buscan mejorar no solo la movilidad de la ciudad, sino en general la calidad de vida de los habitantes.

Las obras que se adelantan en la calle 100, entre la carrera 48 y la carrera Novena, comienzan a mostrar resultados visibles para quienes transitan a diario por este sector del norte de Bogotá. Con un avance que ya supera el 74 %, este frente hace parte del proyecto de la Troncal de TransMilenio de la avenida carrera 68, uno de los más importantes que actualmente ejecuta la ciudad para mejorar la movilidad.

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El director del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), Orlando Molano, realizó una visita de inspección para verificar el estado de las obras, que corresponden al grupo 9 del proyecto. Durante el recorrido, el funcionario destacó el progreso alcanzado y reiteró el compromiso con la finalización total de este tramo en los plazos establecidos.

Un avance que marca diferencia en la obra

De acuerdo con el IDU, con corte al 8 de diciembre de 2025, las labores en este punto alcanzan un 74,59 % de ejecución. 

“Este grupo, cuando llegamos, estaba en el 32 % y ya está por encima del 74 %. El compromiso es que el año entrante esté completamente terminado, lo que nos va a permitir, sin ninguna duda, mejorar la movilidad, la seguridad y, sobre todo, la calidad de vida de todos los bogotanos”, señaló el director Orlando Molano durante la visita.

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El tramo contempla la construcción de un corredor vial de 2,23 kilómetros, el cual incluye tres carriles mixtos y un carril exclusivo para TransMilenio por cada sentido, además de dos carriles de sobrepaso en estaciones, lo que permitirá una operación más eficiente del sistema.

Dentro del alcance de este grupo de obras también se contempla la habilitación de 40.115 metros cuadrados de espacio público, pensados para el beneficio de la comunidad. De ese total, 13.682 metros cuadrados estarán destinados a zonas verdes. 

A esto se suma la construcción de 3,1 kilómetros de ciclorruta, con el objetivo de fortalecer la movilidad sostenible y promover alternativas de transporte más limpias y saludables.

Usarán novedosa tecnología Pipe Jacking

Uno de los aspectos más relevantes de este grupo de obras es la implementación de la metodología Pipe Jacking. Se trata de un sistema de construcción subterránea que permite instalar tuberías sin abrir zanjas a cielo abierto, lo que reduce las afectaciones en la superficie y evita cierres prolongados de vías.

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“Es muy importante terminar el Pipe Jacking, que efectivamente es el método constructivo para no tener zanja abierta y no detener el tráfico. Son 6 metros de profundidad y 2,5 kilómetros de longitud; esta metodología nos permite instalar todas las tuberías hidrosanitarias”, explicó Molano.