Vecinos vuelven a quejarse por líos en el Movistar Arena: "Policía no cumple con su deber"

Este miércoles 6 de agosto, un concierto programado en el Movistar Arena fue suspendido debido a graves disturbios entre asistentes, los cuales derivaron en enfrentamientos violentos que dejaron como saldo una persona fallecida y varios heridos. 

Lo que sería una celebración terminó en tragedia, y con ello surgieron las quejas de los habitantes del sector por las constantes afectaciones que enfrentan en cada evento masivo.

La FM conversó con vecinos del barrio El Campín, quienes han vivido en carne propia los desórdenes que se presentan en los alrededores del escenario. Víctor Manuel, residente del sector, asegura que estas situaciones no son nuevas y que la falta de presencia efectiva por parte de las autoridades es evidente.

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 “Aquí lo que sucede es que la autoridad de policía no cumple con su deber. La policía simplemente llega y cumple unos horarios pero no está pendiente de lo que realmente sucede alrededor del Movistar. El Movistar se ha convertido en unos bares callejeros, la gente en la calle consume licores, no sé qué más consumen pero por lo menos los licores son bastante visibles, el consumo”, expresó.

Además, denunció el uso indiscriminado del espacio público: “Las calles se convierten en bares al aire libre. El consumo de licor es evidente y la gente termina orinando en muros y entradas de las casas. No hay baños portátiles, ni control del desorden”. 

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También insistió en que es necesario que la Alcaldía y la organización del Movistar Arena dispongan de soluciones básicas como baños públicos y una mayor articulación con la Policía Metropolitana.

Por su parte, Óscar Forero, otro habitante del sector, manifestó su preocupación por el impacto en la calidad de vida de los residentes, especialmente de la tercera edad. 

“Yo soy una persona de la tercera edad y en este barrio Campín la mayoría somos de la tercera edad y otro problema serio es que por las noches a las diez y media, once, once y media, cuando salen los conciertos, doce, una de la mañana incluso los carros, la pitadera, no hay agentes de tránsito que controlen, que verifiquen, que hagan el control sobre todo eso”, señaló.

Los testimonios reflejan un malestar generalizado y una petición urgente: que se garantice el respeto por el espacio y la tranquilidad del barrio. Mientras los conciertos continúan, los vecinos claman por orden, respeto y presencia institucional en uno de los puntos de entretenimiento más importantes de la capital