
Ana del Castillo se le para duro a ladrones: decisión les evitaría la cárcel
Ana del Castillo fue víctima de robo el pasado 10 de mayo en Purísima, municipio del departamento de Córdoba. Los asistentes al concierto quedaron sorprendidos por el actuar de los 'amigos de lo ajeno'.
Durante su presentación, la cantante de 26 años fue interrumpida por miembros de su equipo, quienes le informaron que habían sido víctimas de un hurto, aparentemente en los camerinos, según se observa en videos grabados por asistentes.
Leer más: Pipe Bueno dice por qué es objeto de burlas en Venezuela: “No entendía”
¿Qué le robaron a Ana del Castillo?
Entre los objetos sustraídos estaba el teléfono personal de la artista. Tras recibir la noticia, Ana del Castillo suspendió el espectáculo para dirigirse públicamente a las autoridades y al responsable del hecho. En su mensaje, manifestó estar dispuesta a perdonar al culpable si le devolvía el dispositivo.
Desde la tarima dijo: “A la Policía y a la gente de seguridad les pido un favor: si llega la persona a dar el teléfono, no lo vayan a palear. Yo lo perdono (...) Para la persona que me robó el teléfono, sepa que lo perdono y no seré capaz de meterle un puño o una trompada. ¡Pero necesito el teléfono, no joda!”.
Hasta el momento, no se sabe qué pasó con la situación y si los ladrones o ladrón le devolvieron el celular a la cantante.
@enriquetiktoker330 a ana del castillo le robaron el celular #anadelcastillo #vallenato #percance ♬ sonido original - enrique330
Los inicios de Ana del Castillo
Ana del Castillo, cuyo nombre real es María Cecilia Maireth del Castillo Jiménez, comenzó su carrera musical en la Capital Mundial del Vallenato, Valledupar, donde demostró su talento desde temprana edad. A los 14 años, enfrentó una dura realidad al verse obligada a vivir en la calle.
Vea también: Pipe Bueno dice por qué es objeto de burlas en Venezuela: “No entendía”
Antes de alcanzar la fama en la música vallenata, mostró una fuerte determinación y espíritu emprendedor. Para generar sus propios ingresos, vendía dulces, medias y maquillaje entre sus compañeros de colegio. Esta etapa refleja su iniciativa y su búsqueda de independencia económica.
Aunque su padre era un reconocido médico cirujano, Ana sintió una profunda inclinación hacia la música. Él apoyó esta vocación, regalándole un piano y permitiéndole tomar clases, respaldo que fue clave para desarrollar su talento musical.
Sus primeros pasos formales en la industria se dieron mediante colaboraciones con artistas destacados del vallenato, como Iván Villazón y Rolando Ochoa. Estas experiencias fueron fundamentales para que su voz comenzara a ganar reconocimiento en el medio.