
En el marco de la socialización del Informe de Calidad de Vida 2024, el secretario general de la Alcaldía de Bogotá, Miguel Silva, lanzó advertencias que pondrán a pensar a más de uno que vive del rebusque en el centro de la ciudad. El funcionario habló de un nuevo modelo de recuperación integral del espacio público, que viene con intervenciones físicas, reordenamiento del comercio informal y cambios importantes en sectores críticos como la Carrera Séptima y la Calle 11.
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La administración distrital le pondrá la lupa a lo que sucede en el espacio público, especialmente en el centro histórico, donde caminar se ha vuelto una misión imposible. “Estamos implementando un modelo de operaciones integrales que incluye mantenimiento constante del entorno, poda, mejoras viales y limpieza”, explicó Silva. Pero la cosa no se queda ahí: también se viene un trabajo fuerte con los vendedores informales para “organizar de forma distinta las ventas”.
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La intención, según el secretario, no es arrasar con el rebusque ni dejar sin sustento a quienes verdaderamente viven del día a día, sino diferenciar entre quienes realmente están en condición de vulnerabilidad y quienes usan el espacio como negocio sin pagar un peso de arriendo.
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“Muchos de los que ocupan el espacio público ni siquiera están sisbenizados. Por eso, estamos haciendo todo un proceso de caracterización para depurar y ofrecer ayudas sociales reales a los más vulnerables”, aseguró Silva, dejando claro que no todo el que vende en la calle lo hace por necesidad extrema.
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Uno de los puntos clave será la peatonalización de la Calle 11, un experimento de urbanismo táctico que permitirá crear un corredor cultural con artesanos, artistas y oficios tradicionales que se organizarán en un espacio digno. Este piloto, que se pondrá en marcha en los próximos meses, será el punto de partida para una nueva forma de convivencia entre cultura, comercio y ciudadanía.
El plan también contempla señalizaciones claras para evitar que los vendedores se tomen zonas indebidas y pongan en riesgo la movilidad o la evacuación en caso de emergencia.
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“Hay que entender que hay riesgos en el uso del espacio público. No se trata solo de ventas, sino de seguridad para todos. Y eso es lo que debe primar”, enfatizó Silva.
Lo cierto es que los días del desorden en la Séptima podrían estar contados. La Alcaldía prepara un remezón que pondrá orden, pero también promete acompañamiento a quienes sí lo necesitan. Y a los que han hecho del espacio público un negocio redondo… mejor que vayan buscando local.