Zona de rumba en Bogotá
Zona de rumba en Bogotá (imagen ilustrativa).
Colprensa
20 Ago 2025 09:40 PM

Estrategia de Galán tendría a borrachos inseguros: horario no los beneficia

Anthonny José
Galindo Florian
Según cifras del concejal Julián Rodríguez Sastoque, son más los hurtos que ocurren en vía pública que en bares y discotecas.

El concejal de Bogotá, Julián Rodríguez Sastoque, hizo una denuncia sobre la manera en que la alcaldía está implementando la estrategia de “Rumba Segura”. Según señaló, la reducción de horarios decretada por el Distrito no corresponde con la realidad de los datos en materia de seguridad y convivencia, pues las medidas estarían dejando a los ciudadanos expuestos durante los momentos de mayor ocurrencia de delitos.

De acuerdo con cifras presentadas por el concejal, entre enero y julio de 2025 se reportaron 75.619 hurtos en Bogotá. De este total, únicamente el 1,08% se produjeron en bares y el 0,3% en discotecas. La mayoría de estos casos, el 55%, se presentaron en la vía pública. 

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Además, identificó que las horas en las que más ocurren hurtos coinciden con los momentos de cierre de los establecimientos nocturnos: los viernes en la noche con 4.021 casos, las madrugadas del sábado con 3.906 y las madrugadas del domingo con 3.111.

¿Ampliar la hora de rumba disminuye cifras de hurto?

El concejal también se refirió al uso de la escopolamina como herramienta para cometer delitos. Según la información analizada, en 2024 el 53% de los casos ocurrieron en la vía pública, mientras que un 25% tuvieron lugar en bares, tabernas o discotecas. Este comportamiento se repite en los registros de 2023, 2022, 2021 y en lo corrido de 2025.

Rodríguez Sastoque comparó estas cifras con los datos aportados por Asobares, que muestran que durante 2024, cuando la ciudad aplicó la ampliación de horarios, los delitos disminuyeron. Según esas estadísticas, el hurto se redujo en un 17,9%, las lesiones personales en un 7,2% y el hurto a comercio en un 6%. Para el concejal, esto refleja que las medidas de restricción horaria no aportan lo suficiente en materia de seguridad y afectan principalmente a los establecimientos.

El cabildante también se pronunció sobre el decreto 293 de 2025, el cual reconoce que entre el 1 de enero de 2024 y el 31 de mayo de 2025 se recibieron 31.030 llamadas a la Línea 123 por conflictos alrededor de lugares con expendio de bebidas alcohólicas, como billares o boliranas. Según cuestionó, en lugar de sancionar a los establecimientos que operan de manera legal, la estrategia debería enfocarse en los puntos donde realmente se presentan los problemas de convivencia.

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De ese total de quejas ciudadanas, el 65% de las reportadas en 2025 y el 44% de las de 2024 estuvieron relacionadas con ruido. Sin embargo, Rodríguez Sastoque indicó que las quejas por esta causa en la ciudad superaron las 169.000 durante 2025, siendo la mayoría de ellas provocadas por fiestas en viviendas, carros con parlantes y vecinos, más que por bares y discotecas.

Violencia de género y convivencia en Bogotá

El concejal también advirtió sobre un aspecto que considera debe ser tratado de manera prioritaria: la violencia intrafamiliar y de género. Con base en datos de la Secretaría de Salud, señaló que en los últimos cuatro años se registraron 942 casos sospechosos de violencia en establecimientos de expendio de alcohol, áreas de servicio y comercio. Esta cifra representa un aumento del 15,5% en los reportes entre 2021 y 2024.

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En ese mismo periodo, el 83% de las víctimas fueron mujeres. Además, el análisis indica que en 8 de cada 10 reportes de violencia emocional también se presentó violencia sexual. Estos datos, según Rodríguez Sastoque, reflejan un patrón que la Administración y los actores responsables de la seguridad deben atender con urgencia.

Para el concejal, los resultados muestran que el enfoque de la estrategia “Rumba Segura” no está respondiendo a las necesidades reales de la ciudad. Mientras los delitos de hurto y escopolamina se concentran principalmente en la vía pública, las medidas se dirigen hacia los establecimientos formales. A la par, continúan problemas de convivencia y de violencia de género que requieren atención.