IDU le encontró oficio a los escombros: La fórmula que los vuelve riqueza

En Bogotá, hasta los residuos tienen un propósito. Con más de 1.200 frentes de obra activos, la ciudad genera diariamente entre 800 y 1.000 metros cúbicos de escombros y residuos de demolición, según cifras del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU). Lejos de ser un problema, estos materiales se han convertido en la base de una estrategia que impulsa la economía circular y la recuperación ambiental.

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De desecho a oportunidad

El IDU implementó un plan para transformar los Residuos de Construcción y Demolición (RCD) en insumos útiles. ¿Cómo? A través de procesos que permiten reutilizarlos como materias primas para aglomerados, insumos para siderurgia y rellenos en zonas verdes.
“Estamos en el Transmical de San Cristóbal, donde cada día retiramos toneladas de residuos que antes terminaban en escombreras. Hoy, casi el 80% se aprovecha para generar nuevos productos”, explicó la entidad.

Entre enero y septiembre de 2025, se aprovecharon 1,5 millones de toneladas de RCD en obras del IDU. De estas, 255.000 toneladas fueron reutilizadas en siderúrgicas, y otras 112.000 toneladas se trasladaron a centros autorizados para su tratamiento. Además, 255.000 toneladas adicionales fueron suministradas por plantas de aprovechamiento externas.

Impacto ambiental y social

Esta gestión evita el colapso de escombreras y reduce la extracción de materiales en ecosistemas vulnerables. Los residuos se convierten en rellenos para recuperación ambiental, paisajismo y adecuación de zonas verdes.
“Si no hiciéramos esta gestión, las escombreras colapsarían y se afectaría el medio ambiente. Hoy, los residuos se transforman en vida”, destacó el IDU.

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Economía circular en acción

El proyecto no solo disminuye el impacto ambiental, sino que genera empleo y reduce costos en obras públicas, consolidando a Bogotá como referente en sostenibilidad urbana.