
Movilidad da la cara: dinero de fotomultas será invertido en programa clave
La movilidad en Bogotá continúa siendo una de las mayores preocupaciones para la ciudadanía, que a diario enfrenta extensos trancones, desvíos por obras y altos índices de siniestros viales. En medio de este panorama, la Secretaría de Movilidad ha respondido a las críticas por el uso de las cámaras de fotomultas, anunciando que el dinero recaudado por estas infracciones será reinvertido en proyectos esenciales para mejorar la seguridad vial y la eficiencia del tránsito en la ciudad.
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Cámaras salvavidas: ¿instrumento de recaudo o solución vial?
Las cámaras de detección electrónica, también conocidas como cámaras salvavidas, han operado desde la administración del exalcalde Enrique Peñalosa, con el propósito de reducir siniestros viales. Sin embargo, su implementación ha sido ampliamente cuestionada por sectores ciudadanos que consideran que su verdadera función ha sido la de recaudar dinero a través de sanciones automáticas.
Ante estos cuestionamientos, la Secretaría de Movilidad aclaró recientemente que los recursos recaudados no se destinan al lucro, sino que son fundamentales para financiar iniciativas que buscan una Bogotá más segura y ordenada en materia de movilidad.
¿En qué se invierte el dinero de las fotomultas?
A través de sus redes sociales, la entidad explicó en detalle cómo se está utilizando el dinero proveniente de las sanciones: “Con estos recursos financiamos todos nuestros programas de cultura ciudadana, la instalación de resaltos, señalización y proyectos de movilidad sostenible, segura y eficiente”, informó Claudia Díaz.
Además, se reveló que una parte significativa de estos fondos también contribuye a la operación del sistema de transporte público. “El sistema requiere apoyo financiero constante, y parte de las multas nos ayuda a sostener ese servicio vital para millones de bogotanos”, agregó.
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Más de 1.200 obras: un desafío para la fluidez vial
Actualmente, Bogotá enfrenta otro gran reto: la ejecución simultánea de más de 1.200 frentes de obra, los cuales han generado desvíos, congestión y demoras en los desplazamientos. Esta situación, sumada a los siniestros viales —especialmente protagonizados por motociclistas—, ha colapsado en varias ocasiones el flujo vehicular en diferentes zonas de la capital.
Frente a este contexto, la Secretaría insiste en que el fortalecimiento de la señalización, la educación vial y el mejoramiento de la infraestructura son pasos necesarios para enfrentar la crisis de movilidad.