
La movilidad en Bogotá sigue generando malestar entre los ciudadanos. Con más de 1.200 frentes de obra activos, los tiempos de desplazamiento en la capital pueden superar las dos horas diarias, según datos de aplicaciones como Google Maps y Waze. Sin embargo, el caos vial no solo se debe a las obras. Las malas prácticas de algunos conductores, como estacionarse en sitios prohibidos, agravan aún más la situación.
Para hacerle frente a esto, el alcalde Carlos Fernando Galán pidió a la Secretaría de Movilidad intensificar los operativos de control en las vías. Aunque la medida busca recuperar el orden y garantizar el flujo vehicular, nuevas denuncias han encendido las alarmas sobre presuntas irregularidades en la operación de grúas y patios.
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Irregularidades en grúas: denuncias sin respuesta
El concejal de Bogotá Julián Forero, más conocido como 'Fuchi', reveló en sus redes sociales una serie de denuncias sobre supuestas irregularidades en el servicio de grúas. Entre los hallazgos, mencionó:
- Grúas con modificaciones estructurales indebidas
- Vehículos con placas ocultas
- Operadores sin licencia vigente
- Uso de grúas tipo gancho para transportar motos, lo cual está prohibido
Forero afirma que estos informes se entregaron a la Secretaría de Movilidad, a la Personería de Bogotá, a la Superintendencia de Transporte y al Ministerio de Transporte. Sin embargo, ninguna de estas entidades ha respondido hasta el momento.
“Mientras tanto, las grúas siguen haciendo lo que se les da la gana en las calles, amparadas por agentes de tránsito”, denunció el concejal en un video ampliamente compartido en redes.
Recaudo millonario en siete meses
De acuerdo con la información revelada, entre junio y diciembre de 2024, el sistema de grúas y patios generó más de 20.000 millones de pesos en recaudo. Del total, el 83 % fue para el contratista privado, mientras que solo el 17 % quedó en manos de la Secretaría de Movilidad, es decir, alrededor de 3.600 millones de pesos.
Esto ha generado suspicacias sobre el verdadero interés detrás de los operativos. “¿Será que tanta plata explica por qué nadie dice nada?”, cuestionó Forero, quien insiste en que hay una red de protección institucional alrededor de estos contratos.
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Ciudadanos, los más afectados
Mientras las autoridades guardan silencio, los conductores siguen pagando las consecuencias. Multas, costos de patios, maniobras peligrosas y procedimientos irregulares son parte del panorama diario. “No es justo que por errores de ellos uno termine pagando millones”, dice Fernando Torres, un conductor afectado por una grúa que, según él, remolcó su vehículo sin justificación.
La falta de respuestas por parte de las autoridades genera frustración y desconfianza entre la ciudadanía. Aunque los operativos buscan mejorar la movilidad, la percepción de arbitrariedad y afán recaudatorio empieza a tomar más fuerza.
Mientras tanto, Bogotá sigue atrapada entre trancones, denuncias sin resolver y una creciente sensación de que, una vez más, la movilidad se volvió un negocio del que pocos ganan y muchos pierden.