La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) adelanta un proceso técnico y científico enfocado en la recuperación del pez capitán de la Sabana (Eremophilus mutisii), una especie nativa vinculada históricamente al río Bogotá y a otros cuerpos de agua del altiplano cundiboyacense.
Esta iniciativa integra investigación aplicada, manejo en cautiverio y acciones de educación ambiental, con el fin de aportar a la permanencia de la especie en su entorno natural.
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El trabajo se desarrolla bajo un enfoque de conservación a largo plazo, en el que participan profesionales de distintas áreas y entidades académicas, con procedimientos diseñados para fortalecer las poblaciones existentes y preparar futuras reintroducciones en ecosistemas previamente evaluados.
¿Qué es el pez capitán de la Sabana y por qué se busca su recuperación?
El pez capitán de la Sabana es una especie endémica de la cuenca alta del río Bogotá y de algunos embalses y ríos de Cundinamarca. Su presencia ha sido registrada históricamente en aguas frías y bien oxigenadas, características propias de la región.
Con el paso del tiempo, diversos cambios en los ecosistemas acuáticos han reducido sus poblaciones, lo que ha llevado a la CAR a priorizar su estudio y conservación.
La recuperación de esta especie responde a la necesidad de mantener el equilibrio biológico en los cuerpos de agua donde habita, así como de preservar el patrimonio natural asociado a los ecosistemas andinos. Por esta razón, la autoridad ambiental ha estructurado un programa que combina ciencia, seguimiento técnico y participación ciudadana.
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Estación piscícola del embalse del Neusa: centro del proyecto de conservación
Uno de los ejes del programa es la estación piscícola ubicada en el Parque Forestal del Embalse del Neusa, espacio que se ha consolidado como el núcleo operativo del proceso.
En este lugar se mantienen actualmente 18 ejemplares del pez capitán, entre adultos y juveniles, alojados en sistemas de canaletas diseñados para garantizar un flujo constante de agua y un control térmico entre los 15 y 17 grados centígrados.
El abastecimiento hídrico de la estación proviene de una quebrada de alta montaña, lo que permite contar con agua limpia y con niveles adecuados de oxígeno.
Estas condiciones facilitan el seguimiento del comportamiento de los peces y el desarrollo de estudios en un entorno controlado, sin perder de vista las características propias de su hábitat natural.
Los ejemplares que conforman esta población fueron recuperados en distintos puntos del territorio, entre ellos la descarga del embalse del Sisga, el río Bogotá en el municipio de Suesca, el río Subachoque y el mismo embalse del Neusa.
¿Quiénes están tras este proyecto?
El proyecto cuenta con el acompañamiento técnico de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales (U.D.C.A.), cuyos profesionales participan en tareas clave relacionadas con la adaptación de los peces al cautiverio, el análisis genético y el ajuste de protocolos de laboratorio.
Dentro de estos procesos se incluyen actividades como la extracción y purificación de ADN, insumos necesarios para evaluar la variabilidad genética de los ejemplares y orientar la conformación de futuras poblaciones.
Estos estudios permiten tomar decisiones técnicas que respalden la sostenibilidad del programa y la viabilidad de las siguientes fases.
Reproducción asistida y liberación de alevines en cuerpos de agua evaluados
La siguiente etapa del trabajo liderado por la CAR contempla la reproducción asistida del pez capitán de la Sabana.
Este proceso inicia con la conformación de un pie parental, integrado por machos y hembras seleccionados bajo criterios técnicos. A partir de este grupo se espera desarrollar entre dos y tres ciclos reproductivos al año.
Cada ciclo comprende el proceso completo, desde la obtención de los huevos hasta el crecimiento de las crías, conocidas como alevines, hasta alcanzar un tamaño adecuado para su liberación.
El objetivo es producir individuos con calidad genética que puedan ser introducidos en sectores del río Bogotá y en ecosistemas asociados, previamente analizados por equipos técnicos.
Según explicó Carlos Gutiérrez, subdirector de Planificación y Ordenamiento Territorial de la CAR, el trabajo desarrollado en la estación del Neusa permite avanzar en modelos de reproducción orientados a la conservación de especies nativas, mediante protocolos diseñados junto con la academia para su futura reintroducción.
Hoy quiero contarles que desde la @CAR_Cundi trabajamos por al recuperación del pez capitán de la Sabana.
Estamos conservando 18 peces en condiciones óptimas, en la estación piscícola del Neusa, donde expertos de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales (U.D.C.A.)… pic.twitter.com/xMNdnN6mQ5
— Alfred Ballesteros Alarcón (@Alfred_Balle) December 13, 2025
Educación ambiental y participación de la comunidad
Además de su función científica, la estación piscícola del embalse del Neusa cumple un papel pedagógico. La CAR ha dispuesto este espacio para visitas guiadas y actividades educativas que buscan acercar a la ciudadanía a los procesos de conservación de fauna acuática.
La entidad extiende la invitación a la comunidad para conocer de primera mano el trabajo que se realiza y participar en ejercicios de cultura ambiental relacionados con el cuidado del agua y de las especies que dependen de ella.
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¿Qué amenazas enfrenta el pez capitán de la Sabana?
El seguimiento constante del pez capitán resulta clave debido a los factores que han incidido en la disminución de sus poblaciones.
Entre ellos se encuentran cambios en la calidad y disponibilidad del recurso hídrico, la alteración de las rondas de los ríos, la presencia de contaminantes y la introducción de especies invasoras como la trucha, la carpa y la langosta roja.
Frente a este panorama, el monitoreo de su adaptación, comportamiento y reproducción se mantiene como una herramienta fundamental dentro del proceso liderado por la autoridad ambiental.
Con este conjunto de acciones, la CAR continúa desarrollando un programa técnico orientado a la conservación del pez capitán de la Sabana, integrando ciencia, gestión ambiental y educación como pilares para la protección de los ecosistemas acuáticos de Cundinamarca.