¿Su perro come popó? Así logra evitarlo con estos consejos de expertos
¿Su perro come popó? Así logra evitarlo con estos consejos de expertos
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27 Jun 2025 08:05 AM

¿Su perro come popó? Así logra evitarlo con estos consejos de expertos

July
Morales
Este comportamiento es denominado coprofagia y, al ser frecuente, puede tener consecuencias para la salud del animal.

En muchos hogares, es muy común que los perros, especialmente los cachorros, tienen la costumbre de comerse sus propias heces.

Este comportamiento desconcierta a muchas personas, quienes desconocen las razones detrás de esta conducta y no saben cómo corregirla de manera adecuada. Con la orientación adecuada y la intervención oportuna, este hábito puede prevenirse o eliminarse de forma efectiva.

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¿Su perro come popó? Así logra evitarlo con estos consejos de expertos
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¿Por qué los perros se comen su popó?

Este comportamiento, conocido como coprofagia, tiene diferentes causas según el contexto.

En los cachorros, suele estar relacionado con una etapa natural de exploración, donde los sentidos (incluido el gusto) se utilizan para conocer el entorno. Sin embargo, en perros adultos, esta práctica puede obedecer a factores médicos, alimenticios o de comportamiento.

Según expertos veterinarios, algunas causas comunes incluyen:

  • Deficiencias nutricionales: cuando el alimento no se digiere por completo, las heces pueden contener nutrientes aún presentes, lo cual estimula su ingesta.
  • Imitación de comportamientos: algunos perros aprenden a hacerlo al ver a otros caninos en el mismo entorno.
  • Hambre extrema o dietas inadecuadas: una alimentación poco balanceada induce al perro a buscar "complementos" en lugares inapropiados.
  • Ansiedad, estrés o aburrimiento: la falta de estímulos, compañía o rutinas estables desencadenan conductas autodestructivas o repetitivas.
  • Aprendizajes erróneos: si una persona castiga al perro por defecar en lugares inapropiados, este puede ingerir las heces para esconder la "evidencia".

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¿Qué pasa si un perro se come su popó?

Aunque ocasionalmente no represente un riesgo grave, la coprofagia frecuente tiene consecuencias para la salud del animal y del entorno familiar. Entre las más comunes se encuentran: 

  • Problemas gastrointestinales: las heces contienen bacterias, parásitos o virus que generan diarreas, vómito y malestar general. 
  • Contagio de enfermedades: si el perro consume excremento de otros animales, se expone a infecciones como giardiasis o parvovirus. 
  • Mal aliento persistente: la coprofagia genera un aliento desagradable difícil de controlar con métodos convencionales. 
  • Refuerzo negativo del comportamiento: si no se corrige a tiempo, el perro podría adoptar este hábito como una rutina, dificultando aún más su erradicación. 

Además, este comportamiento genera incomodidad y rechazo en los hogares.

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¿Cómo evitar que su perro se coma el popó? 7 claves de expertos 

Evitar la coprofagia requiere un enfoque integral que complemente aspectos médicos, alimenticios y conductuales. A continuación, le hablamos sobre siete recomendaciones efectivas respaldadas por profesionales en comportamiento animal: 

  • Asegurar una dieta balanceada y de calidad: un alimento completo, formulado según la etapa de vida del perro, reduce la probabilidad de deficiencias nutricionales. Un veterinario puede recomendar suplementos en caso de ser necesarios. 
  • Recoger las heces de inmediato: la limpieza constante del espacio donde el perro hace sus necesidades impide que tenga acceso a las heces, reduciendo la tentación. 
  • Reforzar el buen comportamiento: elogiar o recompensar al perro cuando ignora las heces refuerza las conductas positivas. La corrección o el enfrentamiento con refuerzos positivos es clave. 
  • Evitar castigos excesivos: los métodos punitivos pueden empeorar la ansiedad del animal y motivar la ingesta de heces por miedo o confusión. 
  • Aumentar la actividad física y mental: los paseos, juegos y juguetes interactivos reducen el estrés y el aburrimiento, factores asociados con la coprofagia. 
  • Consultar al veterinario regularmente: algunas enfermedades como los trastornos de malabsorción o parásitos intestinales causan este comportamiento. Un chequeo médico es indispensable si el hábito persiste. 
  • Utilizar productos especializados: en el mercado existen aditivos alimenticios diseñados para hacer las heces menos atractivas al paladar del perro. Estos productos deben usarse bajo recomendación profesional.
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