A ciudadanos se les complicó el almuerzo: campesinos no les alcanzaría pa' la cosecha

En lo que va de 2025, el campo colombiano ha mostrado señales de recuperación. Después de varios meses con números en rojo, el sector agropecuario logró un crecimiento notable, impulsado principalmente por una mayor actividad agrícola. De hecho, según cifras oficiales, el agro creció un 7,1 %, lo que ayudó a empujar la economía nacional a un 2,7 % en el primer trimestre del año.

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Con este panorama, los productores empezaron a moverse con más fuerza, sembrando más y demandando más insumos. Según datos del Grupo Bancolombia, las ventas de plaguicidas crecieron un 6,1 % y las de fertilizantes un 13,2 %. Todo apunta a que este año el mercado de agroinsumos podría crecer hasta un 9,4 %. Sin embargo, no todo son buenas noticias.

Preocupan las alzas en insumos agrícolas

Pese al repunte, los costos de producción también han comenzado a subir, lo que genera preocupación más allá del campo. Algunos analistas ya advierten que los aumentos en plaguicidas y fertilizantes podrían impactar directamente a los consumidores en las ciudades.

Según el DANE, los precios de los insumos transitorios han venido subiendo mes a mes. Solo en abril, el incremento fue de 6,7 % y en lo que va del año no han bajado del 3 %. Aunque los aumentos no han sido drásticos, sí han afectado los costos en el agro, y eso se refleja en el precio final de los alimentos.

Por ejemplo, el fósforo subió un 11,8 % y el nitrógeno un 3,3 %, luego de haber caído con fuerza en 2024. El potasio bajó ligeramente, pero se mantiene por encima del promedio histórico. En el caso de los plaguicidas, los fungicidas aumentaron un 2,2 % y los insecticidas un 4,2 %. Según Bancolombia, “la dinámica de precios refleja una transmisión parcial de los choques globales, con rezagos según el tipo de nutriente y la estructura de costos”.

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El precio del almuerzo también podría subir

Este fenómeno no es exclusivo de Colombia. A nivel global, los fertilizantes también han subido. En 2024, las exportaciones crecieron un 5,6 %, en buena parte por el aumento en los precios internacionales de productos como los nitrogenados. Factores como el encarecimiento del gas natural y las restricciones en países exportadores como Rusia han influido en esta tendencia.

Y mientras los insumos se encarecen, los campesinos han tenido que buscar alternativas para no perder sus cosechas. En muchos casos, terminan vendiendo productos como papa o arveja a las carreras, solo para recuperar algo de la inversión.

¿Cómo impacta esto al consumidor?

Con el aumento de los costos, los campesinos no tienen otra opción que subir el precio de sus productos. Y aunque en Bogotá no se siembra papa o arroz, sí se sienten los efectos en las plazas de mercado, supermercados y tiendas de barrio. Si los fertilizantes siguen al alza, los productores tendrán que trasladar esos costos al consumidor final.

Además, hay otro factor que no se puede ignorar: el fenómeno de El Niño. En los últimos años, afectó varios cultivos y redujo la demanda de fertilizantes. Pero con el regreso de condiciones climáticas más estables, la demanda se disparó, y con ella, los precios.

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Por su parte, el uso de plaguicidas también creció. Solo las compras de herbicidas aumentaron un 58,2 %, lo que indica que los agricultores están reforzando sus cultivos ante plagas y enfermedades. El riesgo es que este incremento tenga un efecto dominó que llegue hasta el bolsillo del ciudadano.

En resumen, aunque el agro muestra signos de recuperación, los costos de los insumos agrícolas siguen subiendo y eso puede impactar el costo de vida. Por eso, expertos recomiendan seguir de cerca el mercado internacional y las políticas del Gobierno para enfrentar los desafíos del sector.