Darío Gómez sacó ‘Nadie es eterno’ por un amigo que murió y se le apareció en sueños

Luis Ernesto Gallego, su gran amigo, lo invitó a que conociera el lugar, allí estaban retirando los restos de los difuntos para levantar los predios. Ambos se tomaron unos tragos en el lugar por invitación de su amigo. 

“Luis me dijo ‘Vamos a tomarnos el arranque allá’ y allí fuimos. Cuando veo todo el campo santo en destrozos, yo dije 'ni en un campo santo se escapan los despojos que quedan para siempre' y me dice (Luis) ‘pa’ que vea que nada es eterno en la vida, todo se acaba’”, reseñó Darío Gómez en una entrevista al programa “Se dice de mi”.

Esa escena y la conversación en medio de los tragos motivaron al rey del despecho a componer una canción llamada “Nadie es eterno en el mundo”. Tres meses después, Luis Ernesto Gallego falleció. Luego de ese suceso, su amigo se le apareció en sueños y le recordó el tema que le había dicho en el cementerio.

“Fuimos al velorio de él (Luis), lo sepultamos al día siguiente. Dos días después me fui a dormir y soñé que él y yo estábamos hablando del cementerio de San Jerónimo. Él me dijo ‘A propósito ¿Si la vas a hacer (la canción)?’, pero a mí se me había olvidado. Anoté el título, pero hace tres meses no me acordé de hacerla”, mencionó.

Tiempo después, salió “Nadie es eterno”, un tema que se convirtió en un himno de la música popular en el país.

Los colombianos despidieron a Darío Gómez “con el último adiós de este mundo”, pero no cabe duda que sus canciones permanecerán en el corazón de millones de colombianos que lo acompañaron en vida.