Embalse en riesgo: la práctica que podría agotar el agua en Bogotá
Lo que parecía una actividad rural más terminó generando una alerta ambiental.
El agua que abastece a Bogotá no es infinita, y buena parte de ella depende de fuentes naturales ubicadas en municipios vecinos de Cundinamarca.
Una de esas fuentes es el embalse del Sisga, en Chocontá, pieza clave del sistema hídrico que alimenta la cuenca Alta del río Bogotá. En este caso, lo que parecía una actividad rural más terminó generando una alerta ambiental.
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¿Cuál es la práctica que podría afectar el agua en Bogotá?
Se trata de la intervención agrícola dentro de la ronda hídrica del embalse El Sisga. Técnicos de la CAR, durante una visita a la vereda Tilata, en Chocontá, identificaron que en el lugar se estaba adecuando el terreno para cultivar, sin respetar la distancia mínima exigida por la normatividad ambiental.
En el operativo se evidenciaron prácticas que ponen en juego la salud ambiental de este importante sistema a escasos metros del cuerpo del embalse.
El uso constante de esta maquinaria pesada compacta el suelo, lo que reduce significativamente su capacidad para absorber el agua de manera natural. Esto altera la dinámica del ecosistema, afectando la filtración y recarga de acuíferos.
Por otro lado, la mala disposición de residuos de origen agroquímico en zonas cercanas al embalse incrementa la posibilidad de que estos químicos sean arrastrados por la lluvia.
“El uso de elementos químicos como pesticidas y abonos exige un manejo adecuado, pues de lo contrario puede ser el origen de contaminación de fuentes hídricas por el fenómeno de escorrentía”, explicó Josué Camacho, director regional de la CAR.
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¿Qué decisiones tomó la CAR para evitar un daño mayor?
Frente a las evidencias, la CAR impuso una medida preventiva que obliga a detener de inmediato cualquier actividad agrícola en la zona intervenida. Actualmente, se está elaborando un informe técnico que podría derivar en sanciones para los responsables.
El llamado de la autoridad ambiental no solo es una advertencia, también es una invitación a la prevención:
“No cesaremos en nuestro deber de aplicar la autoridad ambiental de acuerdo con las afectaciones que encontremos. No obstante, reiteramos el llamado a la comunidad para que se acerque a la Corporación y reciba la información técnica y jurídica necesaria antes de dar marcha a sus proyectos productivos", enfatizó Camacho.
Este evento es un recordatorio para proteger las fuentes de agua, es proteger el futuro de la ciudad. Un cultivo mal ubicado puede parecer inofensivo, pero sus efectos pueden sentirse en toda una región.
