La inseguridad volvió a cobrar una vida en Bogotá. Esta vez, en el norte de la ciudad, donde dos delincuentes, conocidos por los vecinos como “los de la moto naranja”, atacaron a un joven de 29 años durante un intento de hurto. El hecho ocurrió alrededor de las 1:30 p. m. del 2 de diciembre, en la avenida 19 con calle 108, localidad de Usaquén.
Según el Brigadier General Giovanny Cristancho, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, el ataque dejó dos personas muertas: la víctima, identificada como Jean Claude Bostar, y uno de los criminales, de entre 25 y 30 años. El otro implicado, un menor de 16 años, fue capturado tras resultar herido en el enfrentamiento con un patrullero que reaccionó al escuchar los disparos.
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Tragedia en Bogotá: Asesinato de Jean Claude y la Inseguridad en la Capital
Una alerta ignorada por días
La muerte de Jean Claude generó indignación en la comunidad, que asegura haber advertido reiteradamente sobre la presencia de la moto naranja en la zona. Fotografías, videos y mensajes circularon durante semanas en grupos de WhatsApp alertando sobre los constantes robos, pero ninguna acción preventiva logró detener a los delincuentes antes del homicidio.
El alcalde Carlos Fernando Galán confirmó que, quince días antes, ciudadanos habían informado a la Policía sobre la motocicleta sospechosa, la misma que ya había estado involucrada en un enfrentamiento el pasado 10 de noviembre. “Lamento profundamente la muerte de Jean Claude Bostar. A pesar de la alerta y los esfuerzos de búsqueda, no fue posible capturarlos antes. Estos hechos son un campanazo para todos”, señaló Galán, quien pidió un informe especial sobre homicidios en medio de atracos.
Testimonios y patrón de inseguridad
En diálogo con Alerta Bogotá, amigos y conocidos de la víctima describieron que los robos en el sector eran frecuentes y que la moto naranja era ampliamente reconocida por los vecinos. Isabella Muriel, periodista y amiga de Jean Claude, afirmó: “Las administraciones ya tenían fotos, todos estábamos alertas. Era cuestión de tiempo”.
Jean Claude, administrador de empresas y oriundo de Barranquilla, estaba a pocos días de cumplir 30 años. Horas antes del crimen había publicado un video caminando hacia su trabajo, sin imaginar que sería su último registro en vida.
Comerciantes del barrio Santa Paula también relataron que la moto había participado en múltiples robos a establecimientos y transeúntes. Incluso, el 18 de noviembre un equipo periodístico denunció públicamente los ataques recurrentes en la zona. Aun así, los habitantes aseguran que la presencia policial era escasa.
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Un problema que supera la reacción
La Policía confirmó que los dos responsables del ataque ya habían protagonizado otro tiroteo el 10 de noviembre, razón por la cual existían planes especiales de vigilancia en el sector. No obstante, el patrullaje no fue suficiente para prevenir el homicidio.
Las autoridades incautaron un revólver calibre 32 y la motocicleta utilizada para cometer los hurtos. También se confirmó que los delincuentes tenían antecedentes por robo.
El caso reavivó el debate sobre la efectividad del trabajo preventivo, la falta de articulación institucional y el rol de jueces y fiscales ante la reincidencia de delincuentes. Para los habitantes de Usaquén, el asesinato de Jean Claude representa una tragedia que pudo evitarse.
Mientras avanza la investigación, sus amigos y familiares lo recuerdan como un joven alegre y trabajador. Su muerte se suma a una larga lista de hechos violentos que mantienen en alerta a Bogotá.
Lamento profundamente el asesinato de Jean Claude Bossard en un intento de hurto en la 108 con 19.
En los hechos, uno de los ladrones fue abatido y el otro capturado. Casos como este no pueden seguir ocurriendo en Bogotá. Le he pedido a @SeguridadBOG y a la @PoliciaBogota que… pic.twitter.com/IGWdSdOSoF
— Carlos F. Galán (@CarlosFGalan) December 3, 2025