
La leche es uno de los pilares más importantes del campo colombiano, y en Cundinamarca esa realidad se vive con más fuerza. Todos los días, el departamento produce más de 5,8 millones de litros, consolidándose como el segundo productor del país.
Pero detrás de cada litro hay historias de esfuerzo, tradición y trabajo campesino. Familias que han hecho de la ganadería su forma de vida enfrentan a diario retos como los precios bajos, el acceso a insumos o el cuidado de sus tierras. Ante eso, las acciones que respaldan al productor no solo alivian cargas, también siembran futuro.
Con ese panorama, el gobierno departamental ha puesto el foco en el fortalecimiento del sector lechero, promoviendo programas que mejoran la calidad, incrementan la productividad y, sobre todo, garantizan que el esfuerzo campesino tenga mejores frutos.
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Más de mil familias lecheras ya sienten el cambio en sus fincas
Entre 2024 y 2025, más de mil unidades productivas ganaderas han sido beneficiadas con programas enfocados en mejorar la calidad del hato, recuperar praderas y tecnificar los procesos. La inversión supera los $2.000 millones, sumados a otros $1.500 millones usados para la compra de excedentes en épocas críticas de precios.
Municipios como Medina, Villagómez y Yacopí ya aplican programas de mejoramiento genético y fortalecimiento de suelos, impactando directamente a 200 productores. Allí se nota un cambio concreto: menos costos, más leche y mejores animales.
También se destaca la gestión en Cogua, Sutatausa, Guatavita y Paratebueno, donde 434 unidades productivas fortalecieron su capacidad gracias a un memorando de entendimiento que llevó soluciones puntuales a los campesinos.
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Ubaté, Sabana Centro y Sabana Occidente: potencias lecheras de la región
El liderazgo en producción se concentra en tres zonas clave: Ubaté, con más de 1,1 millones de litros diarios; Sabana Centro, que suma 1,05 millones; y Sabana Occidente, con otros 705 mil litros al día. Juntas aportan más de la mitad de la leche de Cundinamarca.
Este rendimiento no solo sostiene economías locales, también preserva tradiciones rurales y mantiene en pie a familias enteras que dependen del ganado.
Capacitación, genética y sostenibilidad: así se impulsa la ganadería moderna
El trabajo técnico ha sido fundamental. Durante 2024, la Secretaría del Agrocampesinado y su Gerencia de Ganadería ejecutaron el Proyecto de Mejoramiento de Praderas y Buenas Prácticas Ganaderas en ocho municipios, llegando a 313 unidades productivas.
Además, un convenio de cooperación científica y tecnológica, con $1.556 millones invertidos, apoyó a 130 productores en zonas como Chocontá, Facatativá, Fusagasugá, Gachetá y Tenjo.
Para 2025, ya están en marcha tres convenios interadministrativos por $393 millones, dirigidos a continuar con el fortalecimiento genético y la recuperación de tierras productivas.
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Más oportunidades para el campo: se vienen nuevas convocatorias
Como parte de la estrategia de largo plazo, se abrirán nuevas convocatorias para productores interesados en mejorar praderas y genética bovina. El objetivo es consolidar una ganadería más rentable, competitiva y sostenible, con prácticas responsables y un mayor respeto por el medio ambiente.
La articulación con Fedegán e ICA ha permitido avanzar en talleres de ganadería sostenible, llevando conocimiento directo al campo para transformar las prácticas y aumentar la rentabilidad sin perder el enfoque ecológico.
La estrategia integral mejora los números rescatando la dignidad del trabajo campesino y asegurando el alimento de millones de colombianos.