
¿Se le olvidan las cosas o no puede concentrarse? Podría tener TDAH sin saberlo
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, más conocido por sus siglas como TDAH, ha sido tradicionalmente relacionado con la infancia.
Muchos lo asocian con niños inquietos, impulsivos o con dificultades para prestar atención en clase. Sin embargo, esta condición no se limita a las primeras etapas de la vida. También puede persistir en la adolescencia y en la adultez, muchas veces sin ser diagnosticada.
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En entrevista para el Café de RCN Radio, el doctor Germán Casas Nieto, psiquiatra especializado en niños y adolescentes y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes, explicó cómo se manifiesta este trastorno, cuáles son sus señales y qué opciones de tratamiento existen para los adultos que lo padecen.
¿Por qué es importante hablar del TDAH en adultos?
Según el Dr. Casas Nieto, durante mucho tiempo se creyó que el TDAH era una condición exclusiva de la infancia. Sin embargo, diversos estudios han demostrado que muchas personas diagnosticadas en la niñez continúan con síntomas en la adultez. Incluso, existe una población adulta que nunca recibió diagnóstico ni tratamiento, y que vive con los efectos del TDAH sin saberlo.
Esta situación ha llevado a que muchos adultos enfrenten dificultades en su desempeño laboral, vida personal y relaciones sociales, sin comprender el origen de estos problemas. El experto enfatizó que se trata de una “población olvidada”, ya que aún persiste la idea de que el TDAH solo afecta a menores.
¿Cómo se identifica el TDAH en una persona adulta?
El psiquiatra explicó que no todo cansancio, fatiga o distracción puede considerarse un síntoma de TDAH. Esta condición tiene características específicas que deben estar presentes de forma permanente y afectar varios ámbitos de la vida: desde el hogar, hasta el trabajo y las relaciones interpersonales.
A diferencia de los niños, en los adultos los síntomas suelen presentarse como desorganización, dificultades para completar tareas complejas, bajo rendimiento laboral y necesidad excesiva de esfuerzo para cumplir con actividades diarias. También es común encontrar impulsividad, consumo problemático de sustancias, ansiedad y dificultades para el manejo del estrés.
¿Cuáles son los subtipos del TDAH?
El Dr. Casas Nieto detalló que el TDAH tiene tres subtipos, y que al momento del diagnóstico es fundamental identificar cuál de ellos está presente:
- Subtipo predominantemente inatento:
Las personas con este tipo no presentan hiperactividad. Sus principales dificultades están en el ámbito atencional: prestar atención, mantenerla, priorizar tareas, planificar y seguir rutinas. Suelen tener problemas con el aprendizaje, la lectura comprensiva y la ejecución de actividades complejas.
- Subtipo hiperactivo-impulsivo:
En este caso, no hay problemas atencionales evidentes. Sin embargo, la persona actúa de manera impulsiva, sin reflexionar ni planificar. Esto genera dificultades en las relaciones personales, laborales e incluso puede conducir a comportamientos riesgosos o consumo de sustancias. Se trata de individuos que buscan resultados rápidos y pueden tener poca tolerancia a la frustración.
- Subtipo combinado:
Es el más complejo, ya que combina síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad. Según el especialista, este subtipo genera las mayores secuelas, incapacidades y dificultades funcionales en la vida adulta.
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¿Por qué es más difícil diagnosticar el TDAH en adultos?
El diagnóstico en adultos presenta varios retos.
En primer lugar, porque el trastorno inicia en la infancia, y si no fue detectado a tiempo, es probable que en la adultez se manifieste a través de sus consecuencias. Muchas veces se diagnostican condiciones asociadas como la ansiedad, depresión, consumo de sustancias o dificultades laborales y de pareja, sin identificar que en el fondo hay un TDAH sin tratar.
Además, según el Dr. Casas Nieto, aún existen limitaciones en la formación de profesionales de salud adultos para detectar este trastorno. Afortunadamente, esto ha empezado a cambiar, especialmente gracias a personas que han recibido el diagnóstico tardíamente y comparten cómo el tratamiento les transformó la vida.
¿Qué tratamientos existen para el TDAH en adultos?
El objetivo del diagnóstico no es etiquetar, sino brindar herramientas para mejorar la calidad de vida del paciente.
El tratamiento del TDAH en adultos inicia con la identificación y abordaje de posibles comorbilidades, como ansiedad, depresión o adicciones.
Una vez tratadas estas condiciones, se implementan los medicamentos que han demostrado mayor eficacia: los estimulantes del sistema nervioso central, como el metilfenidato y las anfetaminas. Estos fármacos son seguros, efectivos y se utilizan también en niños.
En casos donde los estimulantes no son recomendables (por ejemplo, si hay consumo activo de sustancias o ansiedad severa), se recurre a medicamentos alternativos. Además, se recomienda el acompañamiento terapéutico y familiar, aunque los estudios demuestran que el tratamiento farmacológico sigue siendo el más efectivo cuando se combina con intervenciones de apoyo.
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¿Qué hábitos pueden mejorar la vida de una persona adulta con TDAH?
El especialista mencionó tres recomendaciones clave que pueden complementar el tratamiento médico:
- Evitar el consumo de sustancias psicoactivas y alcohol:
Muchas personas con TDAH recurren al consumo como una forma de automedicación. Esto agrava los síntomas y dificulta el tratamiento.
- Establecer rutinas claras con actividad física supervisada:
Las actividades deportivas ayudan a canalizar la energía y mejorar la concentración. Es importante que estas sean constantes y adecuadas a cada persona.
- Manejo del estrés:
Es común que las personas con TDAH se vuelvan funcionales solo bajo presión, pero esto puede ser riesgoso. Identificar y evitar situaciones altamente estresantes permite prevenir crisis y promover el bienestar.
De igual forma, sentirse desorganizado, impulsivo o permanentemente disperso no siempre es un rasgo de personalidad. Puede tratarse de un trastorno como el TDAH, que requiere diagnóstico y tratamiento especializado.