
TransMilenio pone condición para pagar: tocaría seguir haciendo fila
TransMilenio, el sistema de transporte público más utilizado en Bogotá, moviliza diariamente a más de cuatro millones de personas. Para acceder al servicio, es obligatorio el uso de la tarjeta TuLlave. Con el objetivo de optimizar los tiempos de recarga y reducir las filas, el sistema ha implementado múltiples métodos para cargar saldo, tanto presenciales como digitales.
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Opciones disponibles para recargar TuLlave
Actualmente, los usuarios pueden recargar su tarjeta en cajeros Servibanca con tarjetas débito o crédito, en las taquillas ubicadas en estaciones o en puntos autorizados como tiendas o máquinas de autoservicio repartidas por la ciudad. A esto se suman los canales digitales, como la App Maas y la página web tullaveplus.gov.co, que permiten hacer recargas desde cualquier dispositivo con conexión a internet.
Sin embargo, quienes optan por la modalidad virtual deben cumplir con un paso adicional: activar la recarga. Este proceso puede realizarse en buses zonales, buses duales, dispositivos con ícono rosa en las estaciones o directamente desde el celular, siempre y cuando este cuente con la tecnología NFC.
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Condición mínima genera obstáculos para algunos usuarios
Una de las principales limitaciones para el uso de la recarga digital es el monto mínimo exigido. Según TransMilenio, la recarga virtual debe ser de al menos $10.000, mientras que el límite máximo es de $200.000. Esta condición deja por fuera a quienes requieren montos más bajos, obligándolos a seguir haciendo fila en taquillas para completar su saldo.
Para activar la recarga digital desde el celular, el usuario debe ingresar a la App Maas, seleccionar “Activa tu recarga”, acercar la tarjeta TuLlave al lector NFC y esperar la confirmación del proceso. En caso de no tener un dispositivo compatible, la alternativa sigue siendo acudir a un validador físico.
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Esta condición ha generado inconvenientes para muchos ciudadanos que, pese a realizar la recarga por internet, no pueden usar el saldo de inmediato al no haberlo activado correctamente. En esos casos, la única opción es dirigirse a un punto de activación o regresar a los medios tradicionales de recarga, lo cual contradice el objetivo inicial de facilitar el proceso.
TransMilenio continúa promoviendo la digitalización del sistema, aunque reconoce que persisten retos técnicos y de acceso. Por ahora, si el saldo no se activa, “toca seguir haciendo fila” para asegurar el ingreso al sistema de transporte.