Alerta, peluquerías: les podrían cerrar el chuzo por no tener este registro

En Bogotá, tener un salón de belleza arreglado, con clientas fijas y buena fama en el barrio ya no es garantía de tranquilidad. Así como se pagan arriendo, servicios, productos y nómina, deben tener todos los papeles al día. Hoy en día, los salones deben cumplir con normas ambientales, de salud y seguridad, incluso si son pequeños o están recién montados.

Muchas veces estos documentos se ven como un montón de requisitos innecesarios. Pero cuando llegan los inspectores, la historia cambia. Un permiso vencido, un registro que nunca se hizo o un dato mal diligenciado puede terminar en una sanción o, peor aún, en el cierre del establecimiento.

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Qué residuos generan los salones y por qué no pueden ir a la basura común

En cada jornada de trabajo se usan y desechan elementos como químicos para tintes, removedores, esmaltes, guantes, toallas manchadas, hojas de bisturí, agujas, algodones y otros materiales contaminados. Todo eso, según la ley, es residuo peligroso.

No se pueden botar como basura normal ni acumular sin control. Estos residuos deben manejarse de forma especial, y quienes los generan deben estar registrados ante la Secretaría Distrital de Ambiente si superan los 10 kilos mensuales. En algunos casos, incluso con menos cantidad, el registro puede ser obligatorio si hay riesgo para la salud o el ambiente.

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Qué dice la norma y qué obligaciones tienen los salones

Desde hace años, el Decreto 4741 de 2005 dejó claro que los residuos peligrosos deben tener un manejo controlado. Eso incluye su clasificación, almacenamiento, transporte y disposición final. Y todo eso debe estar respaldado con documentos y certificados.

La Resolución 1362 de 2007 exige a cualquier negocio que genere este tipo de residuos, como peluquerías, barberías y centros estéticos, inscribirse en el Registro de Generadores y reportar cada año antes del 31 de marzo qué y cuánto desechan.

Este reporte se sube al sistema nacional RUA/RESPEL, y el negocio queda clasificado como pequeño, mediano o gran generador, según la cantidad que produzca mensualmente.