Caminar o manejar por las calles de Bogotá se ha convertido en una actividad que exige estar alerta todo el tiempo. Más allá del tráfico o los trancones, los ciudadanos deben enfrentarse a problemas que van desde la inseguridad en ciertos sectores hasta los múltiples huecos que hay en la malla vial. A esto se suma otro riesgo silencioso pero muy común: el robo de las tapas de las alcantarillas.

Este delito, que ocurre a diario en distintas zonas de la ciudad, representa un peligro constante tanto para quienes van en carro o moto como para los peatones. La falta de estas cubiertas puede causar accidentes graves, como caídas, daños en los vehículos o siniestros viales por maniobras inesperadas al intentar esquivarlas. Incluso hay casos de personas que han resultado heridas al no notar que la alcantarilla estaba descubierta.

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Además de los riesgos para la seguridad, también se generan afectaciones en el sistema de alcantarillado. Cuando las tapas no están, es común que se acumule basura y otros desechos en los huecos, lo que termina obstruyendo las redes de drenaje. Esto provoca taponamientos y puede generar inundaciones cuando llueve.

Los robos suelen ser cometidos para vender las tapas como chatarra, ya que muchas de ellas están hechas de materiales que pueden tener valor en el mercado informal. Esta práctica pone en riesgo a varios actores viales, desde conductores y ciclistas, hasta personas con discapacidad, niños, adultos mayores y mascotas que transitan por la ciudad.

¿Qué debo hacer si veo una alcantarilla sin tapa en Bogotá?

Lo primero que debe hacer una persona que nota una alcantarilla sin tapa en vía pública, es tener precaución y alertar a los demás transeúntes de la situación, para así proteger su integridad.

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