
Bares y discotecas tendrían que pagar más impuestos: nueva ley los dejaría pelados
Durante un debate de control político, el concejal de Bogotá, Julián Espinosa, expresó su preocupación por las decisiones de la alcaldía con respecto a las normas que buscan regular la rumba en la ciudad. Según el concejal, estas medidas están afectando directamente a los bares, restaurantes y negocios relacionados con la vida nocturna, lo que tendría un impacto en la generación de empleo y en la actividad económica de la ciudad.
Espinosa, quien participa como ponente en la discusión de la Reforma Tributaria Distrital, cuestionó el incremento propuesto del Impuesto de Industria y Comercio (ICA). La iniciativa contempla que la tarifa máxima pasaría de 14 x mil a 21 x mil, lo cual, en palabras del concejal, “se aplicará sobre los ingresos brutos y no sobre la utilidad de los negocios”.
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El concejal explicó que, en ese caso, si un establecimiento recibe $1.000, el cálculo del impuesto se haría sobre la totalidad del ingreso y no sobre la ganancia neta, lo que, a su juicio, representa una carga excesiva para el sector.
Se vendrían nuevos impuestos para el sector nocturno
Julián Espinosa aseguró que el proyecto de reforma no solo incrementa el ICA, sino que también contempla nuevos impuestos a actividades como el comercio al por mayor y menor de bebidas alcohólicas, cigarrillos, tabacos y productos derivados del petróleo.
Según el concejal, estas disposiciones generan un impacto directo en los establecimientos nocturnos, los cuales significan la principal fuente de empleo y, por ende, de recursos de cientos de personas en la ciudad.
Además del aspecto tributario, Espinosa habló del Decreto 293, que regula los horarios y condiciones de la rumba en Bogotá. Afirmó que esta normativa ha reducido la capacidad de operación de bares y discotecas, sumando una dificultad adicional a la que ya enfrentan por los impuestos. Indicó que, en lugar de impulsar a este sector, las medidas han limitado la posibilidad de que la ciudad aproveche su potencial económico nocturno.
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El concejal también vinculó el tema con la seguridad. Explicó que, en reuniones con la Policía Nacional, se ha planteado que extender la rumba más allá de las 3:00 a. m. podría facilitar la vigilancia, permitir un mejor manejo de los turnos de los uniformados y garantizar un acceso más seguro al transporte público para los ciudadanos que salen de estos establecimientos.
Espinosa sostuvo que la vida nocturna regulada podría convertirse en un aliado para la seguridad de Bogotá. A su parecer, en lugar de ser vista como un problema, debería asumirse como un sector capaz de dinamizar la economía y fortalecer la competitividad de la ciudad en comparación con otras capitales del mundo.
Julián Rodríguez Sastoque cuestionó nuevos horarios de la rumba
El concejal de Bogotá, Julián Rodríguez Sastoque, cuestionó la forma en que la Alcaldía está llevando a cabo la estrategia conocida como “Rumba Segura”. Según explicó, la decisión de recortar los horarios de funcionamiento de bares y discotecas no estaría respaldada por los datos sobre seguridad y convivencia. Para él, estas medidas podrían generar un efecto contrario, dejando a la ciudadanía más expuesta en los momentos en que suelen presentarse más delitos.
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Rodríguez Sastoque presentó cifras que muestran que, entre enero y julio de 2025, se registraron 75.619 hurtos en la ciudad. De este total, solo el 1,08% ocurrieron dentro de bares y el 0,3% en discotecas. El mayor número de casos, equivalente al 55%, se produjo en las calles, lo que refuerza su planteamiento de que el problema principal no está dentro de los establecimientos nocturnos.
El concejal también indicó que los horarios en los que se reporta la mayor cantidad de hurtos coinciden con los cierres de estos negocios. Los datos muestran que los viernes en la noche se contabilizaron 4.021 casos, en la madrugada de los sábados 3.906 y en la madrugada de los domingos 3.111, lo que sugiere que las restricciones no están atacando el origen de la inseguridad.