
Campesinos de Cundinamarca estrenarán servicio: obras comenzarán en agosto
En las zonas rurales de Cundinamarca, vivir sin energía eléctrica ha sido parte de la rutina de muchas familias durante décadas. Encender una lámpara de petróleo o conservar los alimentos en sal todavía hace parte de la vida diaria en veredas donde la red eléctrica nunca llegó.
La falta de electricidad limita el acceso a servicios básicos, estudiar, trabajar, cuidar la salud e incluso conectarse con el mundo. Por eso, cada avance de este tipo es un gran cambio en la vida de las comunidades.
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En agosto arrancan obras para llevar energía a hogares desconectados
Con una inversión de $1.516 millones, los municipios de Topaipí y Viotá se preparan para ver, por fin, cómo se enciende la luz en sus casas. Serán 65 viviendas rurales las que, por primera vez, serán conectadas a la red eléctrica gracias a un proyecto conjunto entre la Gobernación de Cundinamarca y ENEL Colombia.
La obra iniciará en agosto y se espera que para septiembre ya esté completado más del 90 %. El plan hace parte del programa “Cundinamarca al 100%”, que busca garantizar el acceso a energía en todas las zonas del departamento.
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Así será la intervención en cada municipio
En Topaipí, se intervendrán 36 viviendas de 12 veredas, para lo cual se construirán 6,14 kilómetros de red eléctrica. En Viotá, serán 29 viviendas las que reciban el servicio, bajo criterios técnicos similares.
La financiación está dividida casi en partes iguales: $767 millones aportados por la Gobernación y $749 millones por ENEL Colombia. Las familias beneficiarias recibieron ya información detallada sobre el proceso, los requisitos de conexión y los pasos para la legalización del servicio.
Criterios técnicos y logísticos para llevar la energía al campo
El proyecto prioriza hogares habitados, sin energía eléctrica y fuera de zonas de riesgo ambiental. Cada conexión incluye tanto la red externa como instalaciones internas certificadas.
Aunque Cundinamarca tiene un 99,3 % de cobertura eléctrica, todavía existen hogares rurales sin acceso. Las condiciones geográficas de estos territorios representan un reto para los equipos técnicos, pero el objetivo es avanzar hacia una cobertura total.
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Energía como sinónimo de bienestar y equidad
Para los habitantes de estas veredas, la llegada de la luz representa mucho más que una comodidad.
“El acceso a la energía también es acceso a la educación, a la salud, a la comunicación. Es calidad de vida y justicia territorial”, aseguró Miguel Horacio Benito Granados, alcalde de Topaipí, durante la socialización del proyecto.
Gracias a esta iniciativa, la luz que por fin llegará a estas casas campesinas será el comienzo de una nueva etapa para muchas familias.