Bogotá enfrenta una situación crítica debido a la escasez de agua. Los niveles de los embalses que abastecen a la ciudad han descendido a niveles preocupantes, lo que ha llevado a la Alcaldía de Bogotá a tomar medidas drásticas: el racionamiento del agua.

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El fenómeno del Niño, junto con las constantes sequías, ha afectado negativamente los niveles de los embalses que suministran agua a Bogotá. Por ejemplo, el embalse de Chingaza está al 36% de su capacidad, mientras que el de Tominé está al 45%. Estas cifras son considerablemente más bajas que el promedio histórico para esta época del año.

La Alcaldía de Bogotá ha puesto en marcha un plan de racionamiento de agua. La ciudad se ha dividido en 9 sectores, y cada sector experimentará un día de la semana en el que se suspenderá el servicio de agua durante 24 horas.

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